En el campus vigués se examinan hasta el jueves 2.712 estudiantes
08 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Hay cosas que no cambian. Pese a que ayer se celebraba la primera convocatoria pospandemia de la Avaliación do Bachelerato para o Acceso á Universidade (ABAU), el cambio, sin mascarilla, es que han vuelto las expresiones de alegría o tristeza a las caras, según como le haya ido a las personas dueñas de ellas. Vigo amaneció con un día soleado para ese estreno.
El campus vigués es, tras el de A Coruña, el que tiene la comisión delegada de Galicia donde más estudiantes se examinan. Los 2.721 alumnos registrados para realizar las pruebas de la ABAU se distribuyen por nueve facultades y escuelas. «Examinamos a algo máis do 40 % de estudantes de Galicia», explica Luis Muñoz, delegado de la Universidad de Vigo en la Comisión Interuniversitaria de Galicia (CIUG), que confirma una ligera bajada en el número de estudiantes inscritos en las cuatro comisiones respecto al año pasado, que fueron 5.437 frente a los 5.154 de este curso, casi 300 menos.
Las pruebas comenzaron a las 10.00 horas con el examen de Historia de España, en el que tuvieron que elegir entre opciones como la Transición democrática y la figura de Adolfo Suárez, la crisis de la Restauración borbónica, o la industrialización y el impacto de la llegada del ferrocarril en el siglo XIX, tema que en Galicia cualquiera puede bordar con solo fijarse en el panorama ferroviario actual. Continuaron los aspirantes a universitarios con Lengua Castellana y Literatura, entre Buero Vallejo, Muñoz Molina, Lorca y García Márquez.
En el campus vigués se se vivía un ambiente tranquilo. Profesores, alumnos con suspensos en el cómputo global del curso que no podrán concurrir hasta el mes de julio y algún padre discretamente apartado, esperaban a que los estudiantes fuesen quemando etapas. En el jardín que discurre entre las facultades de Biología y Ciencias del Mar brillaba el sol y se escuchaba el canto de los pájaros en una falsa escena idílica ya que dentro de las aulas los cerebros iban a mil. El tribunal de la EBAU decidió arrancar con un tema tan actual para Galicia como la industrialización y el ferrocarril. Nos pilla casi ahí (modo ironía).
Los chavales respiraban tranquilos tras salir de las primeras pruebas poniendo fin a la sesión matinal con algo para llenar el estómago y seguir por la tarde con matemáticas, ciencias sociales, economía y diseño. Alumnos del IES Proval de Nigrán, del IES de Coruxo, Marcote y Auga da Laxe de Gondomar repasaban por las esquinas aguantando nervios. El de Historia, según una profe acompañante, era «asequible y previsible». Todo transcurrió sin incidencias, sin dramas de gran calado, excepto un fallo que venía del otro lado, del de los examinadores, un error de impresión en una fecha en la prueba de Historia pero que fue subsanado a la antigua, advirtiendo de la errata a viva voz en cada aula.
En los tres campus de la Universidad de Vigo, el número de facultades y escuelas en los que se celebran las pruebas hasta el jueces son dieciocho: nueve en Vigo, cuatro en Ourense y tres en Pontevedra), a los que se suman un instituto en A Rúa y el colegio Santiago Apóstol-ONCE de Pontevedra, donde se examina alumnado con discapacidad.