Lila Downs: «A mis conciertos viene gente de cuatro generaciones»

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Tato Arce

La estrella mexicana regresa a los escenarios con la gira «Volver», que llega a Vigo en julio dentro del festival TerraCeo

08 jun 2022 . Actualizado a las 02:34 h.

Desde su casa en Oaxaca, donde nació en 1968, la vocalista y cantautora mexicana Lila Downs, que atesora seis premios Grammy Latino y uno norteamericano, cuenta los días que le quedan para hacer de nuevo las maletas. Al sector del espectáculo, como a otros muchos, la pandemia le congeló cualquier iniciativa que implicase moverse más allá de los confines del hogar, pero la hora ha llegado. También para la artista criada entre Minnesota y California, que bautiza su gira como si fuera la mitad del título de una ranchera que popularizó Vicente Fernández: Volver. A Vigo lo hará concretamente el 9 de julio en la terraza del Auditorio Mar de Vigo, con la coruñesa Sés de telonera.

—¿Había ya ganas de un regreso?

—Sí, estoy feliz. Hicimos ya una gira en Estados Unidos y un poquito en México también y ha sido la cosa más hermosa. Es como volver a nacer. Todo es fresco y nuevo. La adrenalina de subir al escenario la echaba de menos. ¡El estrés no tanto! Todo esto que ha pasado nos ha cambiado y quiero asimilarlo. Quiero volver, pero más renovada y consciente.

—La vuelta nos pilla a todos desengrasados, al público también...

—Tiene su chiste. Por una parte es un reaprendizaje, y es también olvidar y ponderar un poco más el por qué de las cosas y que haya más honestidad. Los artistas a veces nos diluimos con el show y por eso los auténticos, como Tom Waits o Sabina, son tan queridos y tan sagrados, porque son honestos.

—El paréntesis ha servido también para crear a fuego lento. En su caso, tanto en lo referente a la música como en la cocina...

—Sí, también abrimos un restaurante. Nos tomó su tiempo arreglarlo. Hasta mi madre hizo unos murales de barro para decorarlo. Todo se hizo con mucho cariño y artísticamente. Ha sido lindo porque es algo que crea comunidad y estimula la convivencia con los vecinos y con los músicos de aquí, con los que hemos creado un espacio para ellos. Ha sido una experiencia hermosa. Afortunadamente hemos tenido éxito y hemos colaborado con chefs que han venido a cocinar con nosotros.

—También habrá cocinado canciones...

—Con la pandemia sentí que me había alejado de la música en cierta forma, pero a la vez me he acercado a mi propia intimidad, por eso lo que he compuesto es más cercano a mi visión particular. Es curioso, al tiempo que volvimos a lo local, también nos hicimos más individualistas. Hay que dejar de pensar en colonizar. Ya lo hacen las bacterias.

—Se formó como antropóloga. Se diría que aplica ese aprendizaje en todo lo que hace ¿no?

—Es una parte importante de mi formación. Me gusta reunir el pasado con el presente y el futuro, nos hace mucho bien a la identidad femenina, a la raíz indígena. Es importante entender los pilares de nuestra cultura, como las mujeres que muelen el maíz con la piedra y cocinan con las plantas de nuestro entorno. Es esencial poner en valor todo eso.

—Chavela Vargas la nombró su heredera. ¿Eso pesa?

—Fue un gran cumplido, pero Chavela era tremenda y nos echó a pelear a varias cantantes. ¡No fui la única! Es una opinión, pero cada quien tiene que hacer su marca y trabajar mucho.

—Aunque crea temas propios, lleva consigo siempre un repertorio tradicional ¿Es un reto acercar a público más joven?

—Me encanta. A mis conciertos viene gente de cuatro generaciones y es muy emocionante. Tengo ese gran privilegio. Empezó siendo así y sigue ocurriendo.

—¿Qué lugar ocupa la ranchera en su vida?

—Es la primera música con la que me identifiqué. Empecé cantándola en casa, con mi madre, a los 6 o 7 años. Quizás sea por lo sencillas que son y porque siempre me sentí que me conectaba emotivamente con esas letras tan directas. Creo que son las canciones del alma. No tienes que conocer algo previamente para conectar con ellas. Son intuitivas.

—Y además siempre las puedes llevar a tu propio terreno, ¿no?

—¡Exacto!

—Un artículo recoge que en Rosario, Argentina, suena una canción suya por cada mujer asesinada por violencia de género.

—No lo sabía. La ola de feminicidios es terrible en México también. Una media de diez mujeres son asesinadas cada día. Los gobiernos tienen que prestar más atención y la presión externa ayudaría, creo.

Estreno de nuevas canciones

La gira Volver incluye desde las canciones de su disco Al Chile, como, otros temas como Urge, Vámonos, La Martiniana, Zapata, Cucurrucucú o Cumbia del Mole y estrenos como Tortolina, Mandimbo, Mirror y Dark eyes, que canta en español e inglés y hace referencia a la comunidad de indígenas que trabajan en los campos de California. Las entradas para su concierto en Vigo están a la venta en teuticket.com al precio de 38 euros.