Los dueños de la discoteca Pelícano ultiman su desembarco en el centro comercial A Laxe de Vigo
VIGO CIUDAD
Preparan una sala de música al estilo del Inn Club que gestionan en A Coruña
01 jun 2022 . Actualizado a las 01:41 h.Tras prácticamente dos años de silencio por la emergencia sanitaria, la industria del ocio en Vigo aspira a reactivarse con fuerza con la apertura de negocios sin restricciones. Un nuevo grupo empresarial ultima su desembarco en la ciudad. Los dueños de la discoteca coruñesa Pelícano, la mayor discoteca de Galicia, proyectan la instalación de una nueva sala de música en el centro comercial A Laxe.
Su primera propuesta para Vigo consiste en la apertura de una sala del estilo del Inn Club, como la que gestionan en Los Cantones Village. Luis Diz, gerente de varios locales emblemáticos de la noche coruñesa y socio de Juan Carlos Rodríguez Cebrián, ex director general de Inditex, confirma que están «ultimando» el acuerdo para abrir en el edificio propiedad de Zona Franca de Vigo y que la operación tiene un «90 % de posibilidades de salir adelante».
De momento, no desvelan más detalles sobre las dimensiones del local ni la ubicación concreta dentro del centro comercial. Advierten, eso sí, que no se trata de un proyecto empresarial del tamaño de la discoteca Pelícano porque «para eso necesitaríamos el edificio entero».
La sala Inn Club en A Coruña está especializada en música indie, pop y rock, con conciertos en directo y otro tipo de espectáculos. La sala forma parte de una batería de propiedades que gestiona el grupo de Cebrián, como el Playa Club, el Amura, el Britt o el By My Dux, además del Pelícano.
El nuevo negocio en Vigo está llamado a extender el mapa del ocio nocturno sobre el entorno portuario. Nunca antes hubo una sala de este tipo en A Laxe, que sí cuenta con restaurantes con terraza y un casino, el único de la ciudad.
Actualmente, el grueso de la oferta viguesa se concentra en la calle Arenal, donde están la discoteca Ferré, Baroco, 20th Century Rock, los pubs La Terrasse y Le Cocó y el club One Vigo. Muy cerca, en la calle Inés Pérez de Ceta, se sitúan los clubes Gatsby, The Hall y Pagoda. El triángulo nocturno se completa en la calle Pontevedra, donde se ubican los locales Amiri, El Puntal, la sala Rouge y la discoteca Tokyo. En la plaza de la Estrella está abierto el club Iceland, mientras en la Alameda permanecen La Posada y el Point. Hacia Montero Ríos se encuentran La Pródiga y el Mom. Ya en el Casco Vello son referencia, entre otros, El Salón y el restaurante Calma Chicha.
Al margen del entorno portuario, en la zona de Churruca, la oferta musical la completan el estudio Radar, la sala La Iguana, La Fábrica de Chocolate, Casa de Arriba, Mogambo, Sala Kominsky, Tinta negra, O Gato de Schrödinger, Reserva y el Transilvania.
Alrededor de medio centenar de negocios han sufrido las restricciones y trabas derivadas de la emergencia sanitaria del coronavirus. En algunos casos, optaron por cesar su actividad durante casi dos años, por la inestabilidad a la que estuvieron sometidos. El último batacazo se lo llevaron en las pasadas Navidades, cuando la Xunta de Galicia decidió volver a poner condiciones a la apertura de los negocios nocturnos. La estimación emitida desde la Federación de Empresarios de Salas de Fiestas y Discotecas de Galicia fue de cinco millones de euros de pérdidas en Vigo entre Nochevieja y el Día de Reyes.
Un centro comercial volcado al ocio y la restauración
La llegada de una sala musical a A Laxe encaja con el interés manifestado por Zona Franca, y Optima Global Services, la empresa que gestiona el centro comercial, por reconvertir el complejo. La intención es potenciar la superficie con negocios de ocio y restauración. Un ejemplo es Hacienda Zorita, que desembarcó en el edificio hace apenas tres semanas. Y hay más propuestas sobre la mesa para seguir recibiendo negocios del sector, por la disponibilidad de locales. La juguetería Centroxogo, que ocupaba una amplia zona en la planta baja, cerró sus puertas hace unos días.
El delegado de la Zona Franca, David Regades, ha destacado el potencial de esta superficie comercial como «entrada de Vigo», tanto para los usuarios de los barcos que cubren los viajes con O Morrazo como para los miles de cruceristas que desembarcan en el muelle de trasatlánticos, pegado a la zona. En plena metamorfosis del centro comercial, sin embargo, no se han advertido cambios sobre el gimnasio Metropolitan ni el espacio ocupado por la cadena Media Markt, que desde los inicios han funcionado como los dos pulmones comerciales de toda A Laxe. No ocurrió lo mismo con la tienda de Adolfo Domínguez y más recientemente con Desigual, que bajaron la persiana. El hueco que deja el textil aspira a ocuparlo el ocio y la hostelería.