Adiós a Fidel Salinas, el hijo de ferroviario que llegó a fundar Grupo Salco y el restaurante Son Vento
VIGO CIUDAD
El empresario fundó en los años 70 Neumáticos Berbés, que creció para integrar nuevos locales y servicios hasta ser un referente en el sector
23 may 2022 . Actualizado a las 22:46 h.Vigo despide hoy a Fidel Salinas, empresario hecho a sí mismo, deportista juvenil polifacético y padre de familia que deja en la historia de la ciudad su huella particular a través de Grupo Salco y el restaurante Son Vento. Hijo de ferroviario, su temprana orfandad lo llevó a estudiar interno en Madrid en el Colegio de Huérfanos de ferroviarios, donde marchó con diez años. Estudiante aplicado, según recuerdan en su entorno, el joven estudió luego con los Salesianos y se interesó por el deporte. Tanto colaboraba en los equipos de gimnasia, como en hockey sala, aunque sin duda donde más éxitos cosechó fue en el fútbol.
De joven jugó con el Atlético de Madrid, donde estuvo dos temporadas. Todavía en edad juvenil, obtuvo plaza para trabajar en el banco de Aragón y el Bosco de Vigo le ofrece un puesto en su equipo de fútbol, por lo que regresa a Vigo. Al año siguiente un ojeador del Celta le fichó para su equipo B. También jugó con el Flavia de Padrón o el Alondras de Cangas en sucesivas temporadas. En 1963 abandonó la carrera deportiva y se centró en su familia y su trabajo. Fue entonces cuando fundó la empresa Neumáticos Berbés, que evolucionó en los años 70 a Gupo Salco. El empresario sufrió la pérdida de uno de sus cuatro hijos, sin duda uno de sus momentos más duros. Dos de ellos se incorporaron al grupo empresarial en los años 920, Agustín y Guillermo.
En 2015 logran un acuerdo con Goodyear por el cual los 22 talleres del grupo se unen a la red de talleres Vulco. En la actualidad, Grupo Salco está formado por las empresas Neumáticos Berbés, Neumáticos Fide, Distribuciones Salruber y Alusal. Bajo su nombre se aglutinan doce locales propios, dieciocho talleres móviles y diez talleres asociados, repartidos por toda Galicia. A ellos se une el restaurante Son Vento, en Marina Davila (Bouzas). Pese a superar diferentes problemas de salud en los últimos años, el empresario se mantenía vinculado como asesor al grupo. «Imposible estarse quito para un hombre humilde que ha disfrutado y disfruta del trabajo», detallaban sus allegados en un libro escrito a modo de homenaje sobre su vida. Tanto sus empleados como su familia, lamentan hoy su pérdida a los 81 años y se despedirán de él a las 17.00 horas en el tanatorio de Pereiró.