En el último ataque se llevaron la extremidad casi entera. Apareció sin un brazo que fue serrado a la altura del codo con una radial y fue trasladada una vez más para su reparación, pero no ha vuelto a ese emplazamiento ni a ningún otro. Lo cierto es que durante buena parte del año ni se nota, porque la parafernalia navideña ocupa ese espacio en la transitaba vía comercial de Vigo.
La figura mide aproximadamente un medio y medio, (dos cuando sustentaba un ejemplar de periódico sobre su dedo) y eso, sumado a su ubicación, la hace especialmente asequible a todo tipo de agresiones. Cuando se llevaron la estatua, el alcalde explicó que la intención era reforzarla con una actuación más eficaz, de tal modo que sería casi imposible de romper porque el tronco iría unido al dedo «a través de una barra de acero en su interior». Pero la decisión sobre su reposición o cambio de sitio se hace esperar.