Aunque está en la localidad portuguesa de Monçao, la cascada de O Fojo está muy cerca de Salvaterra de Miño y ofrece un rincón digno de una película de elfos y lugares encantados. De regreso a Galicia, en el municipio de As Neves se localiza otra fervenza en el área recreativa de Santa Mariña. Está ya muy cerca de la desembocadura del río Xuliana en el Miño. Y un poco más arriba, en A Cañiza, el río Deva ofrece un salto prolongado por un cañón en la parroquia de Valeixe. Y en Arbo se sitúa la conocida como Laxe do Avó en el río Enxeño. Todas son muy distintas, pero compartes una enorme belleza. La gran pendiente existente en Domaio, en Moaña, facilita un descendo desenfrenado del agua del río Miñouva que se puede apreciar en parte desde la propia autovía de O Morrazo. Redondela es otro municipios agraciado con estas formas topográfica. La de A Feixa, en Reboreda, es muy conocida por su proximidad a Vigo, pero también es bonita la de O Rachón, situada en la carretera que se dirige a Pazos de Borbén.
Los ríos de Oia y O Rosal
Ya en O Rosal es muy conocida el río Cal, que aunque nace en Oia, toda velocidad e inclinación en el primer municipio. En este caso, aunque también en otras ya antes mencionados, tras la cascada se abren zonas de remansos empleadas en verano como espacios de baño.