Sancionado un policía local de Vigo que disparó su arma en la oficina porque sufría ansiedad

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

El agente reconoció que se sintió ofuscado con su jefe cuando apretó el gatillo en el departamento de objetos perdidos

24 abr 2022 . Actualizado a las 00:12 h.

Un policía local de Vigo se sintió ofuscado, sacó su arma y pegó un tiro en la oficina. La Junta de Gobierno Local acaba de sancionarle con 20 días de suspensión de funciones por cometer una falta grave. Los hechos se produjeron el 19 de octubre pasado en la oficina de objetos perdidos ubicada en la calle Emilio Martínez Garrido. A las 12.16 minutos llamó por teléfono al oficial y le dijo que se le había disparado el arma cuando la estaba manipulando para su limpieza. Después reconoció que, en un momento de ofuscación mental, hizo uso de ella antirreglamentariamente y siendo consciente de ello, según consta en el informe propuesta que resuelve el expediente disciplinario. También consta que le invadieron sentimientos negativos sobre su mando superior.

De la lectura de los informes psicológicos y psiquiátricos que presentó, se desprende que «sufre episodios de ansiedad, irritabilidad, obsesión o sensaciones de injusticia relacionadas con el ámbito laboral». Ya tuvo en otras ocasiones pérdidas de control y estuvo a tratamiento médico. En el momento de abrirle el expediente había declinado continuar con las sesiones de terapia.

El agente disparó contra el escritorio de su oficina cuando estaba solo después de haber atendido a una ciudadana. Tras una inspección posterior, se descubrió un orificio de entrada y otro de salida en la mesa de trabajo. La bala acabó impactando en una pared. El oficial de oficina puso en conocimiento del jefe de policía y del inspector principal estos hechos y se trasladó en compañía del oficial de armamento hasta la oficina de objetos perdidos.

Expediente

La concejalía de Seguridad Ciudadana abrió un expediente disciplinario por estos hechos y nombró un instructor. La Ley Orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad establece que los agentes solamente deberán utilizar las armas en las situaciones en las que exista un riesgo racionalmente grave para su vida su integridad física o de terceras personas y en aquellas circunstancias que puedan suponer un grave riesgo para la seguridad ciudadana.

Los instructores concluyeron que resultaba imputable el hecho de utilizar el arma en acto de servicio infringiendo las normas que regulan su empleo. Consideraron que los hechos pueden ser constitutivos de una falta grave. Este tipo de infracciones están penalizadas con una suspensión de funciones que van desde los cinco días hasta los tres meses.

«O feito ten relevancia suficiente para que a sanción se establezca no término medio», reza la resolución. El agente pudo ocultar su acción manifestando que acababa de manipular el arma para su limpieza, pero después reconoció que no era así.

«Si se aprecia intencionalidade nos seus actos, se ben manifesta que non sacou a arma de xeito voluntario; máis ben o considera un acto reflexo xa que estaba ofuscado: de feito pon en coñecemento inmediato do seu superior o ocurrido, mostrando certo arrepentimento», tiene en cuenta el instructor.