Segundo despido disciplinario en la torre de control del aeropuerto de Vigo

Carlos Punzón
Carlos Punzón VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

Acusado de presionar a un compañero para que evitase hacer horas de más en las guardias localizadas

13 jul 2022 . Actualizado a las 20:32 h.

Segundo despido en lo que va de año en la torre de control del aeropuerto de Vigo. Saerco, empresa encargada de la gestión del tráfico aéreo en Peinador y Alvedro, ha notificado la rescisión de contrato a un profesional del servicio, alegando, como en el caso que se produjo en enero, motivos disciplinarios, según fuentes de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA).

La representación laboral señala que Saerco llevó a cabo una investigación entre todo el personal de la torre de Vigo para averiguar supuestas presiones hechas a un trabajador por algún compañero para que no estuviese de guardia localizada más que el tiempo legal establecido. Dichas presiones fueron atribuidas finalmente al controlador despedido, que unos días antes había solicitado horario reducido para poder atender a sus hijos, como única salida para tener disponibilidad familiar frente a la imposición de guardias localizables a todo momento y sin limitación temporal, como expone USCA.

La representación profesional adelanta que el controlador despedido recurrirá la rescisión de su contrato, solicitando además la nulidad de tal medida. Añaden los representantes laborales que el despido encubre, en realidad, la imposibilidad de Saerco de atender derechos de los trabajadores, como la petición de horarios reducidos o bajas por enfermedad, ya que las sustituciones impedirían a la empresa alcanzar beneficios, dado que en el lote de torres privatizadas en el que se encuentra Peinador y Alvedro, la oferta presentada por dicha firma le permite obtener unas ganancias de solo el 5,78 %, pero bajan en el lote obtenido en Canarias a -0,71 %. Tener que cubrir con más personal las horas de guardias localizables, que se utilizan en caso de indisposición de algún controlador de servicio, obligaría a la empresa a aumentar plantilla, lo que reduciría su margen de beneficios.

La torre de Vigo contaba con nueve controladores a principios de año, cifra que mantiene en estos momentos pese a los dos despidos, dado que se han sumado recientemente dos profesionales más para que vayan ejercitándose en el control remoto que se prepara en Peinador y que supondrá que todo el tráfico de la pista viguesa se supervise con una veintena de cámaras de vídeo de alta resolución. En las mismas dependencias también se gestionará el tráfico de otros dos aeropuertos que aún están por decidir, aunque en diversos sectores aeroportuarios se otorgan muchas posibilidades a que Alvedro sea uno de ello. Aena reitera que dicha decisión aún no está tomada.

El anterior despido realizado en enero se justificó por una supuesta obstrucción en el trabajo de una controladora, al no haber realizado los cursos de renovación de su licencia hasta el último día de plazo hábil.

Dicho despido ha llegado al Congreso, donde Aena ha alabado la privatización de las torres, asegurando que «la liberalización del servicio de control de aeródromo ha generado una significativa mejora de la calidad y eficiencia de estos servicios» sobre los niveles que ella misma prestaba antes. La empresa gestora de los aeropuertos, que cuenta con un 51 % de capital público, manifestó al hilo de una pregunta formulada por el BNG a cuenta del primer despido, que la privatización de las torres «ha beneficiado a los usuarios de los aeropuertos, tanto aerolíneas como pasajeros».

El sueldo de los nueve controladores de Vigo sumó el año pasado 405.114,31 euros, estando previsto para el 2022 un aumento global del 1,9 %. El controlador con más antigüedad gana 63.000 euros al año y la que menos, con una permanencia en la empresa de menos de tres años, no alcanza los 38.000 brutos, salarios muy por debajo de los que percibía el sector antes de privatizarse parte de las torres de control. Cada controlador gasta entre 50.000 y 60.000 euros en su formación inicial.