Vigo registra casi tantos divorcios como bodas

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M. Moralejo

560 rupturas y 590 enlaces en el último año: «La gente se casa menos y no hay dinero»

29 mar 2022 . Actualizado a las 16:34 h.

Cada año que pasa, los juzgados de Vigo registran menos demandas de divorcio; no llegan a dos al día. Pero aún así, la rupturas no bajaron tanto como las bodas. En el 2016, los juzgados de familia tramitaron 678 divorcios y tocó fondo en el 2021 con 556 rupturas, un 17,9 % menos que seis años atrás. Algunos abogados sospechan que detrás de este bajón influyen varios factores: «la gente no tiene ni un euro» para pagar los trámites judiciales, el «efecto pandemia» lo congeló todo, muchos trámites se hacen por notario y «la gente se casa menos».

La letrada Ana García Costas cree que la bajada de matrimonios explica la caída de divorcios: «Dado que las parejas se casan menos, hay un número similar de divorcios y de procedimientos more uxorio (parejas de hecho) con medidas en relación a hijos menores». Los datos le dan la razón. Hubo 1.086 matrimonios en el 2016 y 678 divorcios. Por cada 10 bodas, seis divorcios. Cuatro años después, en el 2020, solo se registraron 590 bodas, en parte a que se aplazaron por el parón judicial y el confinamiento. Sorprendentemente, la cifra de divorcios cayó menos de lo esperado: 560. Casi tantos como bodas.

Los divorcios también van disminuyendo al ritmo de la bajada de la natalidad: Según datos del Instituto Galego de Estatística, hace seis años, hubo 2.150 nacimientos en Vigo y, en el 2020, solo 1.713. En todo caso, la caída de divorcios en Vigo sigue una tendencia a la baja que concuerda con la media de España.

Otro factor que influye es la cadena de crisis económicas. En el 2006, en el preludio de la crisis del ladrillo, hubo mil divorcios en Vigo, casi la mitad que ahora. Algunos abogados sospechan que detrás está la falta de dinero. Un pleito de divorcio medio cuesta 1.700 euros como mínimo más IVA pero hay quien cobra menos de mil. Según fuentes del sector, la minuta media de un abogado asciende a 600 euros y la del procurador entre 150 y 200, más el IVA. Y si los recién separados acudiesen a la mediación, deberían desembolsar un total de 500 euros por cinco sesiones.

La cifra de juicios por rupturas matrimoniales cae a cuentagotas desde el 2016, a un ritmo imparable del 6 al 8 % anual intercalado con períodos de estancamiento, pero el volumen de litigios jamás se ha vuelto a recuperar. El descenso afecta igualmente a los divorcios por mutuo acuerdo o amistosos, que suponen el 66 % de los litigios, como a los contenciosos o conflictivos, donde los cónyuges luchan por el reparto de bienes y la custodia.

La abogada Ana Sarabia, experta en mediación, indica que en la bajada de los divorcios «influye que no hay dinero. Hay muchas parejas de hecho con hijos menores que ya no conviven juntas pero no tienen la disponibilidad económica para acudir al juzgado». Esta experta recalca que, aunque haya mediación, si los separados son padres de menores los acuerdos deben ser aprobados por el Ministerio Fiscal. «Pero no tienen posibilidades económicas para acudir a mediación y luego ir al juzgado», dice.

«La crisis económica obliga a aprender a consensuar en primera persona. También es cierto que la pandemia ha obligado a permanecer en la misma vivienda a parejas que casi no se conocían y han aparecido divorcios. El tema económico pesa mucho para acudir a divorcios incluso de mutuo acuerdo», dice Sarabia. Advierte que «contratar, ante la desesperación, a los que ofrecen divorcios a 200 euros no es una buena opción. Hay siempre temas de civil y tributario que deben ser tratados por profesionales que consensúen convenios minuciosos y con larga vida».

El letrado Alberto Muñoz también atribuye la bajada de los divorcios a la falta de dinero: «Probablemente, descienden por cuestiones económicas y para evitar situaciones que impliquen pérdidas de prestaciones de viudedad». Y el letrado Manuel Carpintero matiza que «bajan, pero no tanto». Intuye que la gente no se divorcia «porque no tiene ni un euro» para abonar los gastos de la tramitación.

Efecto pandemia

Algunos abogados sospechan que la pandemia influyó en la caída de rupturas matrimoniales. La Justicia se paró durante tres meses, salvo en casos de familia en los que estuviesen involucrados menores. Pero, al año siguiente, en el 2021, no remontó, y los divorcios bajaron aún más. En el 2019, Vigo registró 596 demandas de divorcio y, en el 2020, se redujeron a 560, un 6 % menos. A pesar de esta caída, las bodas bajaron todavía más y se anularon muchos banquetes por las restricciones en la hostelería.

Josefa Cerdeira, de Cer-Bal Abogados, explica que «desde el confinamiento ha habido una disminución de divorcios. Coincide con la crisis del 2008, donde también se redujeron sustancialmente la presentación de demandas de divorcio y las liquidaciones de sociedad de gananciales».

Parejas de hecho

Al haber menos parejas que se casan, la probabilidad de separarse ha descendido. Lógicamente, tendrían que subir los pleitos entre parejas de hecho que se separan y van a dirimir la custodia de los hijos a los tribunales. Los tribunales denominan more-uxorios a estas separaciones de parejas que conviven sin estar casadas. En estos seis años, la cifra permaneció estable. En el 2016, hubo 240 litigios de pareja de hecho, tocó fondo en el 2018 con 173 casos y, subieron a 235 en el 2020 y 2021.

La abogada Josefina Barros, especialista en familia, no nota en su despacho el descenso por asuntos de rupturas. «Más o menos veo que hay los mismos divorcios y también hay muchos more uxorio, porque mucha gente no se casa, pero tienen hijos y cuando se separan hay que regularizar el régimen de visitas y pensiones a favor de ellos», dice.

Notarios

La abogada Ester Alonso tampoco nota un descenso de asuntos de separaciones: «Algunos ya los gestionamos a través del notario porque los cónyuges no tienen hijos para así agilizar los trámites». Son rupturas de mutuo acuerdo.

Josefa Cerdeira añade que se usan notarios «aunque solo es viable para matrimonios sin hijos a cargo, lo que restringe bastante el perfil de divorcios, que suele ser más elevado entre los 38 y 50 años, edad en la que suele haber hijos». Recalca que «indudablemente, en el caso de liquidación de sociedad de gananciales, lo ideal es hacerlo consensuadamente y en notaría porque reduce los plazos y costes».