El Gobierno asegura que aún no ha decidido si el aeropuerto de A Coruña se controlará desde Vigo

VIGO CIUDAD

NATS

Apunta que será más seguro que con la gestión con visión directa actual, al contar con múltiples cámaras, sensores y micrófonos en cada pista que se quede sin torre

24 abr 2022 . Actualizado a las 17:33 h.

Aunque en el sector profesional del control aéreo y en la propia plantilla del aeropuerto de A Coruña se da por hecho que todas las operaciones de aterrizaje y despegue de aviones pasarán a ser gestionadas en breve desde Vigo, el Gobierno y Aena mantienen que esa decisión no está tomada. En una respuesta por escrito remitida por el Ministerio de Transportes al Congreso para dar contestación a una pregunta al respecto presentada por el BNG, el Gobierno asegura que «a fecha actual, aún no se ha decidido a qué aeropuertos adicionales se prestará servicio de tránsito aéreo de aeródromo desde el centro (torre de control remoto) de Vigo».

A favor de dicha posibilidad, que se viene reiterando desde que hace tres años se anunció que Peinador regularía mediante cámaras su propio tráfico y el de otros dos aeropuertos desde las instalaciones que se ultiman en el antiguo aparcamiento de la terminal viguesa, ha crecido el convencimiento de que una de esas pistas será la coruñesa. Juega a favor de esa opción que el control de tráfico aéreo está gestionado en ambas pistas por la misma empresa, Saerco, que además también cuenta con las concesiones de las torres de Jerez, Sevilla y Cuatro Vientos, en uno de los lotes adjudicados por Aena, y La Palma, Fuerteventura y Lanzarote, en el segundo de los tres con los que se privatizaron un total de doce aeropuertos.

También juega en beneficio de la concentración en Vigo del control de los dos aeropuertos el hecho de que el plan director de Alvedro prevea la ampliación de la terminal de pasajeros justo hacia el bloque técnico en el que se encuadra la torre. El plan rector del aeropuerto coruñés no considera sin embargo necesaria esa ampliación hasta que no se alcancen los dos millones de pasajeros anuales, cifra a la que cuando más se acercó fue en el 2019, cuando sumó 1,35 millones.

Otra circunstancia que acerca a que el tráfico de Alvedro sea controlado desde Vigo la marca el propio concurso con el que se puso en marcha el proyecto de control remoto a implantar en Menorca y Vigo, si bien el aeropuerto gallego será el único que se haga cargo de su pista y otras ajenas. El pliego técnico establece que Peinador asumirá el control de un aeropuerto de unas 25.000 operaciones al año y de otro de hasta 60.000. Entre los primeros se encuadran los de Santiago y La Palma y se acercan los de Gerona, Reus y A Coruña. Entre los segundos, destaca el de Cuatro Vientos (Madrid), Sevilla, Lanzarote y Jerez, todos privatizados y en manos de Saerco.

En la misma comunicación del Gobierno se indica que la torre de control remota de Vigo estará disponible a lo largo del 2022, añadiendo que «no está previsto» la instalación de un servicio similar en A Coruña. Pretende eliminar al mismo tiempo el Ejecutivo cualquier sombra de duda sobre la eficiencia del control del tráfico aéreo mediante cámaras y sin visión directa, afirmando que «la nueva tecnología digital permite una visión más óptima y mejores prestaciones que el ojo humano, por lo que no sería necesario que los controladores estén ubicados físicamente en las torres de control». Incluso afirma que «las torres remotas proporcionan ventajas operativas y de seguridad al permitir las nuevas tecnologías avanzar en una prestación más segura y efIcaz, ya que las condiciones de seguridad son las mismas o incluso mejores que en las torres convencionales, al recibir la información de un elevado número de cámaras, micrófonos y sensores, que proporcionan a los controladores una visión total de todo lo que ocurre en las infraestructuras que supervisan». 

Los profesionales del control aéreo no se oponen abiertamente a la utilización de las torres remotas, aunque manifiestan sus dudas tras haberse paralizado su implantación en Escocia y Budapest. Si abogan, sin embargo, por mantener servicios físicos de control en todas las torres para actuar ante casos urgentes o posibles sabotajes informáticos de los sistemas digitales. 

Aena ensalza la privatización de sus torres de control

La pregunta que planteó el diputado del BNG, Néstor Rego, al Gobierno surgió tras darse a conocer en La Voz el despido de una de las controladoras aéreas del aeropuerto de Vigo, a la que se le imputó haber «obstaculizado el trabajo» en dicho servicio por no haber hecho los cursos para mantener su licencia hasta el último día de plazo. Aena, señala a través del Ejecutivo, en su respuesta que «no dispone de competencias legales para actuar en caso de conflicto entre las empresas (que se hicieron con la gestión de las torres privatizadas) y sus trabajadores». 

Pero a mayores, Aena afirma que «la liberalización del servicio de control de aeródromo ha generado una significativa mejora de la calidad y eficiencia de estos servicios, beneficiando a los usuarios de los aeropuertos, tanto aerolíneas como pasajeros», o lo que es lo mismo, que las dos empresas privatizas han conseguido mejores resultados que la plantilla de la propio Aena encargada de dichos servicios allí donde fueron sustituidos. El gestor aeroportuario señala que ya en el 208 la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia instó a ampliar la liberalización del control de aeródromo iniciado en el 2010 a un mayor número de torres «precisamente por la mejora de la calidad de estos servicios».