Una mujer de Borreiros, en Gondomar también ha dado techo a una familia de ucranianos. «Vamos a intentar ayudar a una familia», asegura antes de conocerla personalmente en la calle Concepción Arenal, frente al Hotel Ciudad de Vigo, que había preparado una cena fría a los recién llegados, que no probaron porque, al bajar del autobús, ya se marcharon cada uno para sus hogares de acogida. María Jesús, otra vecina de Nigrán acude para buscar a una pareja. A él le falta una pierna y por eso puede salir del país. «Hay que ayudar como sea», dice.
Coordinación
La llegada de estos refugiados fue posible gracias a la coordinación entre Demaerk y la ONG Emergency Home. Los primeros son un despacho valenciano que gestiona fondos de inversión. Sus responsables, Denis, Corine y Mario reunieron fondos y enviaron a Polonia dos autobuses, dos trailers, una ambulancia y un coche. Trajeron a 117 refugiados. 19 de ellos son los que han llegado a Vigo, Nigrán y Gondomar, gracias a Emergency Home, que les puso el contacto con las familias. «La coordinación ha sido estupenda», señala Eugenia Valdepérez, portavoz de Demaerk. «Las familias son para quitarse el sombrero», dice Mónica Heredero, de Emergency Home.