La policía los encerró en el parque canino de García Picher
16 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.La pareja de jabalíes que durante los últimos días ha estado paseando por el asfalto de Vigo ya se encuentra en su hábitat natural. Agentes del servicio medioambiental de la Policía Local los devolvieron al monte después de capturarlos. Numerosos ciudadanos avisaron de que ambos ejemplares se encontraban deambulando por las calles y del riesgo que esto suponía. Los agentes lograron ir ahuyentando a los animales hasta el parque canino de la plaza de Joaquín García Picher como si de un curro se tratara. Una vez dentro del recinto, ya no pudieron salir porque se encuentra perfectamente vallado. En ese momento actuó el veterinario municipal, que disparó sendos dardos con sedantes a ambos jabalíes. Los animales se quedaron profundamente dormidos, momento en el que los agentes aprovecharon para recogerlos. Mediante un transporte especial fueron trasladados a la zona donde se estima que proceden, en los montes que hay sobre el polígono empresarial de Porto do Molle, en Nigrán.
Estos animales salvajes llevaban días rondando por calles del municipio. Se les vio en la zona de Canido, donde vecinos denuncian que destrozaron varios sembrados.
El alcalde, Abel Caballero, informaba que también fueron avistados en otros lugares como Samil o Alcabre. Vecinos de Vigo alertaron de su presencia en varias zonas de la ciudad. Una vez detectada su presencia, el Concello movilizó a la Policía Local y al veterinario municipal.
Confrontación
Se trata de un episodio en el que alcalde encontró un nuevo motivo para confrontar con la Xunta. Afirma que alertaron a la administración autonómica, dado que la competencia en materia de animales salvajes es de su exclusiva competencia. «Pero la Xunta no estaba en disposición de atender la llamada y no vinieron», afirmó ayer Caballero, que criticó que «recibe los dineros del Gobierno de España para esta competencia y al final atiende el Concello». Caballero dice que nuevamente tuvo que ejercer las funciones de presidente de la Xunta para resolver este problema.
Mientras tanto, portavoces de la Xunta explican que recibieron la llamada y respondieron que tardarían 45 minutos en desplazar a los agentes medioambientales a la zona. Ante esto, el Concello optó por la posibilidad de que se acercase el veterinario del zoo. «Por lo tanto, el alcalde mientre cuando afirma que se le negó la asistencia». Por otra parte, recuerdan que la Xunta no está obligada a ofrecer este servicio en el entorno urbano y que solo lo hace a modo de colaboración, puesto que la intervención corresponde a los medios municipales. Recomiendan al Concello que se implique en la gestión de la biomasa y el control de la maleza para evitar que se acerquen estos animales.