Molesto, el perjudicado la bloqueó en sus redes sociales y en su teléfono. Expresamente, le solicitó que no contactase con él salvo para cuestiones relacionadas con sus hijos en común. Pese a ello, la exmujer le envió 20 emails a lo largo de un año, todos ellos con contenido vejatorio hacia el perjudicado en relación con su nueva pareja.
A mayores, en septiembre del 2019, al inicio del nuevo curso escolar, la exmujer escribió en el perfil de Facebook del colegio en el que trabajan el perjudicado y su nueva pareja: «Me da la risa, tanto amor dáis que la profesora y miembro de la pastoral de mis hijos le dio tanta confianza y tanto a amor a mi marido (hoy por supuesto exmarido) que se metió en su cama». El exmarido presentó denuncia el 6 de marzo de 2020.