Las tareas de Vigo para adaptarse a la ley de residuos

Antón lois AMIGOS DA TERRA VIGO@TIERRA.ORG

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

La nueva legislación recoge la aplicación de una tasa municipal que refleje el coste real de las operaciones

01 feb 2022 . Actualizado a las 00:59 h.

Decíamos hace unos días que tenemos una larga lista de tareas para que Vigo (y el resto de poblaciones) se adapte a la ley estatal y europea de residuos urbanos. Por ejemplo, tendremos que aprobar nuevas ordenanzas municipales con celeridad para adaptarlas a la nueva ley y que garanticen el cumplimiento de las nuevas obligaciones relativas a la recogida y gestión de los residuos. Esto implica que la nueva concesión del servicio de recogida de residuos deberá incorporar estos aspectos de obligado cumplimiento y uno de ellos, que no será un asunto menor para el bolsillo municipal y el de la ciudadanía, tiene que ver con aplicar una tasa municipal de residuos que refleje el coste real de las operaciones. Se deberá implantar en un plazo de tres años después de la entrada en vigor de la ley.

Hasta ahora casi ningún concello está repercutiendo su tasa de residuos real y la financian a través de otras tasas como en algún caso el impuesto de vehículos. Un excelente indicador del coste económico, además del ambiental, que supone el empecinamiento en no priorizar la reducción de residuos y la economía circular antes que el reciclaje puede ser que el coste del nuevo servicio de recogida de residuos (unificado con el de limpieza, descartada su remunicipalización) ascenderá a 42 millones de euros anuales y esta cantidad no será suficiente para cubrir el coste real añadiendo transporte y tratamiento de los residuos. Quizás si pensáramos que a medio camino entre la metáfora y la realidad Vigo va a tirar a la basura 42 millones anuales entenderíamos la dimensión del problema.

No existiendo propuesta alguna de ubicación para instalar en Vigo ni en su área metropolitana una planta comarcal de compostaje y/o metanización, que se tendrá que decidir, aprobar, construir y entrar en funcionamiento antes de diciembre de 2023, la fracción orgánica de nuestros residuos (unas 140 toneladas diarias) seguirán haciendo turismo provisionalmente hasta Cerceda, con el coste añadido que supone a su tratamiento desplazar diariamente esos residuos a 150 kilómetros de la ciudad. Pero mucho antes tendremos que abordar un problema más urgente, para el que apenas tenemos cuatro meses, como es la recogida separada de los residuos orgánicos domésticos antes de junio de 2022 para las localidades con más de 5.000 habitantes y antes de 2024 para el resto.

Tenemos muy poco tiempo para instalar unos 2.000 contenedores marrones en la ciudad y habilitar su sistema de recogida específico. Para el resto de residuos entre los modelos de recogida de las demás fracciones que establezcan las entidades locales se deberán priorizar los modelos de recogida más eficientes, como puerta a puerta y el uso de contenedores cerrados o inteligentes. Para 2035, el porcentaje de residuos municipales recogidos separadamente será como mínimo del 50 % en peso del total de residuos municipales generados.

También tendremos que Implantar nuevas recogidas separadas y tratamiento de los residuos textiles, aceites de cocina usados, residuos domésticos peligrosos y residuos voluminosos (muebles, enseres, colchones, etc) antes de 2025 con base en los siguientes plazos: los residuos textiles antes del 31 de diciembre de 2024. Los aceites de cocina usados antes del 31 de diciembre de 2024. Los residuos domésticos peligrosos antes del 31 de diciembre de 2024, para garantizar que no contaminen otros flujos de residuos de competencia local y finalmente los residuos voluminosos (muebles y enseres) antes del 31 de diciembre de 2024.

Estas cosas, y algunas más, figuran en la ley estatal de residuos que actualmente ha pasado del Congreso de los Diputados al Senado para su ratificación. Con el condicionante de que el Senado no la paralice la lista de deberes que Vigo, y el resto de ciudades, tienen que abordar es muy grande y en muy poco tiempo. No hacerlo será otra vez incumplir la ley, como ya hicimos con las anteriores normas de la directiva comunitaria de residuos urbanos. Que no sea por no advertirlo.