Stop Machitroles, de la Universidad de Vigo, detecta tres tipos de violencia machista digital en el sur de Galicia

María Jesús Fuente Decimavilla
M. J. Fuente VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

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El propio Observatorio de la Cátedra de Feminismos 4.0 ha sufrido un ataque misógino

28 ene 2022 . Actualizado a las 01:12 h.

El Observatorio Stop Machitroles, de la Cátedra de Feminismos 4.0 de la Universidad de Vigo, presentó hoy su primer informe sobre violencias machistas digitales en el sur de Galicia. A partir de denuncias anónimas de usuarias de internet que recibieron algún tipo de agresión o acoso detectó tres tipos de violencia machista digital. Uno de ellos se refiere a los ataques individualizados dirigidos a mujeres. Buscan desvalorizar, difamar y minar la reputación y los logros femeninos y suelen actuar contra políticas, artistas, periodistas, deportistas y académicas.

Utilizan fórmulas diversas como el ciberacoso o cyberbullying, mansplaining, hatespeech, -bile, doxxingflaming, e, crackeo de cuentas, acusaciones falsas, suplantación de identidades o utilización de programas espía para controlar los movimientos en línea de las mujeres. Esta violencia sistemática lleva a abandonar el espacio público virtual.

El segundo tipo que detecta es la violencia sexual digital destinada a controlar los cuerpos y la sexualidad de las mujeres mediante comentarios, acoso e insultos de carácter sexual y amenazas de violación; pornovenganza y pornografía no consentida o distribución de imágenes íntimas sin consentimiento, captación a través de internet, registro y difusión de agresiones sexuales a mujeres con fines de prostitución, extorsión, acoso a menores y pornografía. En muchos casos, las personas que perpetran esas acciones proceden del ámbito próximo a la mujer agredida, como es el caso de exparejas, familiares, compañeros de estudios o de trabajo, vecinos o clientes.

La misoginia virtual organizada (manhood, manosfera o machoesfera) es la tercera forma de violencia machista digital. En este caso, la estrategia está destinada a hacer hegemónico el discurso de odio misógino y la violencia simbólica en el espacio virtual y a silenciar, invisibilizar y disciplinar las retóricas de las mujeres feministas en el paisaje digital con la connivencia de las grandes empresas tecnológicas y de las instituciones públicas. Es un movimiento organizado intencionadamente con un objetivo político claro: polarizar la sociedad e incorporar mayor crispación en el debate público.

«A través dun patrón estrutural organizado e altamente sofisticado a nivel tecnolóxico, atacan sistematicamente servidores, sitios web e contidos, conseguen peche de contas e executan accións masivas contra discursos e perfís feministas, articulando a furia e resentimento masculino fronte aos avances en igualdade, mediante a elaboración dunha narrativa antifeminista, misóxina, pro-dereitos dos homes, inspirada na cultura da violación, nas fake news, na homosocialidade e na camaradería masculina. Políticamente, atravesa o eixe dereita-esquerda entre outros, polo que actores de ambos bloques poden coincidir neste tipo de mensaxes de carácter misóxino e reaccionario», refleja el informe.

Esta última forma de misoginia virtual la experimentó el propio observatorio de la Universidad. «O día despois da súa posta en marcha, recibimos un ataque masivo do ecosistema da manoesfera nacional co fin de boicotear esta iniciativa da Cátedra, dende forocoches», explica en el propio documento.

En la presentación del estudio estuvieron presentes el rector de la Universidad de Vigo, Manuel Reigosa, la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, organismo que financia la Cátedra de Feminismos 4.0, la directora de la Unidad de Igualdad de la Universidad, Águeda Gómez, y  la profesora de Sociología Metodológica y Teórica de la Universidad Complutense, Elisa-García-Mingo