El dueño de San Enrique opta a seis remolcadores que se harían en Huelva

L.C. Llera VIGO

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

Marina Meridional se encuentra a la espera de resolver el problema del acceso al agua en Vigo

19 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Mientras en Vigo el grupo Marina Meridional confía en obtener la antigua concesión de Vulcano que va a sacar de nuevo a concurso la Autoridad Portuaria, el holding del empresario José Alberto Barreras ha presentado a la Autoridad Portuaria de Huelva un plan de construcción naval por el que opta a la contratación de seis remolcadores para Túnez y también prevé la remodelación de un buque oceanográfico para Marruecos. Los seis remolcadores son barcos de 31,5 metros de eslora y 11,2 de manga y el presupuesto de construcción previsto es de 6,2 millones de euros. Esta cifra es ligeramente inferior a lo que supondrá otro importante proyecto que está encarrilado y que consiste en la remodelación de una buque oceanográfico para Marruecos, el barco Al Hassni II que va a ser remodelado en las instalaciones del Nuevo Astillero de Huelva que forma parte del holding de Albero Barreras junto al astillero San Enrique de Teis, el Med Gate, de Ceuta y el Arkin Pruva Antalya de Turquía. El grupo del empresario vigués podía haber crecido con las instalaciones de la antigua Naval de Sestao. Alberto Barreras se presentó al concurso asociado con una empresa de Florentino Pérez pero no pudo igualar la oferta de un grupo logístico belga que puso sobre la mesa 30 millones de euros y es el que se va a hacer cargo de los terrenos de la ría de Bilbao.

Los trabajadores de San Enrique siguen a la espera de que se resuelva la concesión en Vigo. El astillero de Teis lleva más de un año sin un barco en las instalaciones porque ha perdido la lámina de agua. En el caso de Huelva, Marina Meridional dispone de una concesión enorme por parte del puerto ya que allí la lámina de agua cedida es de 67.930 metros cuadrados a los que hay que añadir 46.410 metros en tierra. Ello hace que el astillero de Huelva sea uno de los más grandes de España y pueda acoger simultáneamente varios buques para construir obra nueva y para reparaciones. En Teis, de momento, no hay ni lo uno ni lo otro porque el último barco que se estaba transformando en el astillero tuvo que abandonar de forma brusca las instalaciones por imperativo del puerto que argüía que no podía ocupar una lámina de agua porque había perdido la concesión. Mientras esperan que se aclare definitivamente la situación, el astillero de Teis ha intentado capear su difícil coyuntura vendiendo algunas piezas para chatarra lo que ha generado algunos ingresos,