Una testigo del timo de las gangas de pisos de Vigo: «Estaba superlejos del centro, el techo era de uralita y se alquilaba a inmigrantes ilegales»

E. V. Pita VIGO

VIGO CIUDAD

Óscar Vázquez

La agente inmobiliaria acusada de estafar a 150 compradores alega en el juicio: «Toda la gente quería algo bonito, barato, bueno y céntrico y se decepcionaron»

17 ene 2022 . Actualizado a las 22:53 h.

La agente inmobiliaria acusada de timar a 154 clientes que buscaban gangas para alquilar pisos en Vigo negó el engaño en el juicio que ha comenzado esta mañana en la quinta sección de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo. Afronta tres años de cárcel por un delito de estafa de 23.000 euros a los suscriptores a los que les cobraba una cuota de 180 euros para informarles de gangas de pisos para alquilar que no existían, no estaban disponibles o eran ruinosas. Fue desde el 2013 al 2017. Los clientes firmaban un contrato para recibir enlaces en Internet para hacer sus búsquedas de pisos y visitarlos y la acusada asegura que cada día los actualizaba.

Una testigo contó al tribunal por videoconferencia que se mudó a Vigo y «me encontraba en estado vulnerable por un cólico y estaba desesperada» por encontrar piso, por lo que contactó con la agencia, que le cobró 150 euros por enviarle ofertas de pisos para alquilar. «Lo quería céntrico pero nunca me enviaron ofertas, solo una de un piso que quedaba superlejos del centro, donde ni llegaba el bus, no era un piso sino el añadido de una casa, sin tejado, el techo era de uralita y el señor que me lo enseñó, que no sé si era el dueño, me dijo que se alquilaba a temporeros e inmigrantes ilegales. Esto era una estafa y ya daba por perdidos los 150 euros».

Una denunciante declaró en la sala por videoconferencia, con un sonido de mala calidad, que, cuando fue a la agencia HomeInfo, «me dijeron que si quería ver las fotos tenía que pagarles 180 euros pero no llegué a ver el piso que me interesaba ni me dieron el contacto del dueño ni lo vi porque durante un año me dijeron que él estaba en el extranjero. En otro piso que visité estaba en mal estado de conservación y el propietario me dijo que no lo quería alquilar y que desconocía a la agencia. No me dieron la hoja oficial de reclamaciones, tuve una disputa y me fui directamente a Consumo».  

Por su parte, la acusada lo negó todo. «Jamás en 20 años que llevo trabajando he tenido 150 y 200 reclamaciones; he tenido inspecciones, entraban por la puerta todos los años preguntándome por las hojas de reclamación y contratos de suscripción, me pedían de todo. Jamás he tenido una sanción administrativa», alegó la acusada, que trabajaba para la franquicia HomeInfo y luego en otras cinco empresas.

 «Devolví dinero a gente agresiva porque le tenía miedo, no porque hubiese tenido un mal servicio», indicó la mujer. Añadió que «toda la gente quería un piso bonito, barato, bueno y, además, céntrico y luego se decepcionaron porque no siempre se cumplían sus expectativas». Alega que se retiró del arbitraje con los clientes por consejo de su abogado.

Una subinspectora de Consumo se ratificó en su denuncia porque la gente reclamaba porque no le facilitaban los servicios contratados. Extrajo una relación de pisos buscados que no estaban disponibles. Confirmó que la implicada cambió los nombres de la agencia varias veces y recalcó que la acusada nunca presentó una autorización por escrito de los propietarios de que le permitía ver los pisos a los clientes «aunque decía que se la daban oralmente». La subinspectora admite que no llamó a los propietarios para comprobarlo. Añade que había «muchas» reclamaciones y que en un mes le enviaron cien requerimientos.