Adiós a la otra feria de Navidad

María Jesús Fuente Decimavilla
maría j. fuente VIGO /LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

Una veintena de familias han vivido dos meses en el aparcamiento de Samil

15 ene 2022 . Actualizado a las 23:43 h.

Para ellos las Navidades se han convertido en las Fiestas de Vigo. De hecho, muchos ya habían cerrado la temporada en octubre hasta la primavera y decidieron reabrirla para instalar sus atracciones en la ciudad. «Pese al covid y al mal tiempo que hemos tenido muchos días, ha compensado la estancia», comentan desde una especie de aparcamiento improvisado que para ellos instaló el Concello en Samil. Esto es precisamente lo que menos les ha gustado de la estancia, el hecho de tener que buscarse la vida con servicios como agua y electricidad para poder sobrevivir durante dos meses.

En total son una veintena de familias las que han recalado al otro lado de la playa viguesa con caravanas y todos sus enseres a cuestas. Reconocen que el entorno es excepcional, aunque su situación podría ser mejorable. Nada que ver, dicen, con la que les brindan en otras ciudades, como Santander, Torrelavega, Pamplona o Valladolid, donde tienen servicios de agua, electricidad y, en algunos casos, hasta seguridad. Claro que, admiten que no se pueden quejar porque aún hay sitios en los que están peor que en Vigo, como Madrid, donde les alquilan el espacio de la feria y ellos mismos se tienen que buscar la vida para instalar sus viviendas móviles.

«En algunos lugares se tiene en cuenta que vamos con la familia, incluso con niños, porque muchas veces, como ha sucedido ahora, están de vacaciones, y nos tienen todo muy preparado, pero en otros no se dan cuenta de este detalle, de que viajamos en familia, se creen que venimos solos y que nos vale cualquier cosa», explican los feriantes. «Como el aparcamiento no está vallado, viene gente, entra y sale, aparca, no sabe que hay niños pequeños y es un peligro. Si lo cerraran estos días sería mejor, más seguro, pero eso tiene que hacerlo el Ayuntamiento, nosotros no podemos meternos», comentan. Este año, además, han estado un poco más apretados. Las lluvias provocaron la caía de tierra y maleza sobre la parcela e incluso se llegó a inundar una zona.

No les importa que les cobren un poco más a cambio de ofrecerles mejores servicios, porque, según explican, si lo tienen que gestionar ellos, como han hecho en Vigo, salen perdiendo y nunca es igual, les cuesta más conseguirlo. Buena muestra es el rosario de mangueras que tienen arrastrando a lo largo del terreno. «Eso no sucedería», dicen.

«Es mejor que en lugar de cobrarnos 2.000 euros nos cobren 2.200 y nos tengan todo preparado. Si vives en Vigo, bien, pero si vienes de fuera tienes que disponer de un sitio. Tenía que entrar todo en el recibo porque se paga mucho por tener la atracción. En mi caso han sido 12.000 euros desde el 16 de noviembre al 16 de enero, más luego el combustible para venir con los camiones y la caravana desde mi casa a Vigo. A esto hay que sumar entre 300 y 400 euros que se van en electricidad por cada caravana», comenta uno de los feriantes.

Curiosamente, los mejores días de su estancia no fueron los navideños, sino los del puente de la Constitución, porque, dicen, aún no había tantos contagios y llegó mucha agente.

«En Navidades, como hubo más covid, se suspendieron los viajes y se notó bastante, no hubo tanta gente como pensábamos, pero en otros sitios han estado peor, se suspendieron los actos y se han ido para casa».

Esta última semana apenas han tenido clientes en las atracciones, suponen que la gente ya está cansada de fiesta y que también influye el aumento de los contagios. Tampoco les ha sorprendido mucho, contaban con ello y, de hecho, algunas de las familias ya han recogido la casa o se han ido.