Una década sin sumar población, pero con 8.422 vehículos más

María Jesús Fuente Decimavilla
maría j. fuente VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Oscar Vázquez

Solo en turismos, la ciudad soporta más de uno por cada dos habitantes

28 dic 2021 . Actualizado a las 00:55 h.

Que a Vigo le cuesta sumar habitantes para alcanzar esa cifra mágica de los 300.000 con la que podría acceder a ingresos más sustanciosos, lo demuestra algo tan objetivo como el padrón. Hace una década los vecinos inscritos eran 297.241 y en el último documento apenas se constatan 700 más. Nada que ver con la evolución del parque móvil, que en la misma década ha pasado de 194.993 en el 2011 a 203.415 en el 2021, según datos de la Dirección General de Tráfico. Otra muestra de la imparable evolución es el aumento de este año con relación al anterior en 2.243.

El incremento del parque móvil supone para las arcas municipales una recaudación de casi 15 millones de euros anuales, apenas 48.000 euros más debido al incremento en un 3,51 % de los beneficios fiscales de los que disfrutan 51.240 vehículos (1.737 más que el año anterior). Esta circunstancia resta casi dos millones de euros al Concello y significa un 25 % del total de ingresos. Los motivos de los descuentos van desde discapacidades, a menos emisiones de gases, vehículos eléctricos, híbridos, con uso de combustible GLP, ciclomotores o motocicletas, coches bonificados y vehículos históricos, entre otros.

Los turismos son los que más crecen y suponen ya 151.871, casi 1.500 más que el año anterior, seguidos de motocicletas y ciclomotores que suman casi 40.000. El ámbito rural de Vigo ronda los 2.500 tractores, mientras que el parque de camiones sobrepasa los seis mil, en concreto, 6.210.

Las cifras del padrón municipal no siempre coinciden con las de la DGT. Las diferencias, que pueden llegar a unos mil vehículos, tienen que ver con la depuración en la base de datos del Concello de los automóviles con antigüedad superior a 25 años, excluyendo del padrón a los que no contaban con seguro obligatorio ni la ITV en un período superior a cinco años. La tendencia más alcista se observa desde el 2017, contraria a la evolución negativa del período 2012-2016

Para el grupo ecologista Greenpeace la cifra de turismos que hay en Vigo es desorbitada y una de las más altas de la península al suponer más de uno por cada dos habitantes. El análisis que hace de estas cifras no es otro que la existencia de un transporte público insuficiente o ineficaz para cubrir la demanda tanto del centro urbano como de las parroquias de ámbito rural. Horarios inapropiados de los autobuses, líneas excesivamente largas, frecuencias escasas y zonas desatendidas son algunas de las razones esgrimidas a menudo por los usuarios.

A las razones anteriores, Greenpeace suma la política urbanística basada únicamente en el ensanchamiento de aceras, sin ejecutar peatonalizaciones integrales, sino simplemente semipeatonalizaciones y a veces solo en fechas concretas.

El coordinador del grupo ecologista en Galicia, Manuel Santos, recuerda que la nueva ley de Cambio Climático y Transición Energética obliga a todas las ciudades de más de 50.000 habitantes a tener zonas de bajas emisiones para el 2023 y en Vigo de momento no se ha creado ninguna. A su juicio, el túnel de la Porta do Sol no va en ese sentido, ya que lejos de reducir las emisiones, lo que hace es ocultarlas en un espacio concreto.

Tanto Greenpeace como Ecologistas en Acción se muestran a favor de un cambio hacia lo que llaman un urbanismo más táctico con la creación de aparcamientos disuasorios en las entradas de la ciudad, un mejor transporte público y carriles bicis eficaces como medio de transporte, no solo destinados al paseo. La ciudad no cuenta de momento con un sistema público de alquiler y aparcamientos de bicicletas en diferentes calles.

mjf

Ponen en duda la ubicación de las estaciones que miden la calidad del aire

Para Greenpeace, la ubicación de las estaciones que miden la calidad del aire en Vigo no es la más adecuada. Le llama la atención que la de Coia esté situada en la única senda verde del casco urbano, rodeada de árboles y alejada de la avenida de Castelao por donde circulan los vehículos. En tal circunstancias dice, no es de extrañar que la calidad del aire que figura en el panel sea excelente en función de los valores recogidos.

Otra estación está situada en Lope de Vega, un vial paralelo a la avenida de Madrid, una de las entradas a la ciudad y por la que circulan a diario numerosos vehículos. Nada que ver con la calle en la que se ubicó el medidor, de ahí que el resultado no se ajuste a la realidad, según los ecologistas.

En su opinión, los resultados que ofrecen este tipo de estaciones varían sustancialmente en función del lugar donde se encuentren, como demuestran otras dos existentes, en las que la calidad del aire es muy diferente.

Al elevado número de vehículos existentes en Vigo se suma el hecho de que buena parte de los adquiridos sean de segunda mano, por lo que la contaminación aún es mayor. Esta circunstancia no es exclusiva de la ciudad, ya que, en general, en España se han vendido más coches usados que nuevos.

El pasado año había en España cerca de 30 millones de vehículos circulando, de los que apenas 95.000 contaban con la etiqueta cero, pese a que crecieron con relación al año anterior.