Marta Fernández-Tapias, elegida nueva líder del PP vigués

Carlos Punzón
Carlos Punzón VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.Moralejo

La delegada de la Xunta en Vigo obtiene 300 votos frente a los 222 de su rival, Javier Guerra. Feijoo exige unidad y reconoce no haber sabido vender bien las inversiones en la ciudad

19 dic 2021 . Actualizado a las 01:12 h.

El PP de Vigo ha resuelto en primera instancia la intensa pugna interna en la que está inmerso desde hace meses. Marta Fernández-Tapias Núñez, designada hoy presidenta con el 57 % de los votos emitidos (300 de 523, frente a 222 de su rival Javier Guerra y una papeleta en blanco), declaró nada más ser proclamada que comienza una nueva etapa en el PP vigués, «un camino nuevo que nos hará crecer y que haremos juntos». Incidió en sus primeras palabras como líder local en que ya no se mire atrás ante el duro cruce de acusaciones que han protagonizado las dos candidaturas, y anunció seguidamente que le abre las puertas a Guerra y a todo su equipo para trabajar por el PP olívico.

Unidad, dar por zanjadas las disputas internas y cambiar la estrategia de partido y la electoral también, fueron los recados y deberes con los que el presidente del PP de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, quiso agitar a la militancia del partido en Vigo, a su nueva dirección y a la candidatura derrotada, para que aborden juntos el camino hacia las elecciones municipales del 2023 y dejar atrás «los humillantes resultados» que obtuvo su formación en el 2019 frente a Abel Caballero, que se hizo con 20 de las 27 actas de concejales de la corporación, frente a las cuatro que solo sumó el PP. Feijoo aludió en diversas ocasiones a Guerra para que sepa asumir el resultado de las urnas. Diversos militantes han remitido cartas a las direcciones provincial y estatal del PP cuestionando su imposibilidad para votar en la cita, alegando contar con los requisitos necesarios en regla, amagando incluso con acudir a los tribunales si no son escuchados.

Remontada electoral

Feijoo echó mano de experiencia para asegurar en su intervención que «un congreso nunca es el final de nada, sino el principio de todo, y el de su partido de hoy indicó que debe de ser el primer paso para superar el humillante resultado de las elecciones municipales. El objetivo es la remontada», insistió, para asegurar que lograrlo solo depende del propio PP. Dio por descontado también que un congreso siempre produce tensión como recordó en su caso en el que fue elegido presidente por primera vez. «Había hasta autobuses para llevar a gente a votar, y no eran míos». Pero Feijoo avisó de que lo que se resuelve en el congreso es «si queremos ganar todos o perder todos».

Para incidir en su deseo de que el cónclave de los populares vigueses no deje heridas, el presidente de la Xunta incluso negó que los dos candidatos que se presentaron al congreso sean rivales o enemigos. «Hoy no gana Marta, gana el partido. Hoy no pierde Javier, sino el PSOE de Vigo», aseguró, reclamando que no se deje de apoyar a la nueva presidenta por que no cae bien, «eso es de necios», dijo, al tiempo que puso en duda que se pase a la historia solo por ganar un congreso.

El presidente popular echó mano de la historia reciente del PSdeG para hacer la lectura de que sus convulsiones internas se producen porque sus secretarios generales no han logrado unir a los sectores que se enfrentan en sus congresos. Pidió por ello lealtad al partido, «porque a los 60.000 votos que llegamos a tener en Vigo les importa poco cómo nos llevemos nosotros. Os necesitamos a todos, a muchos más de los que tenemos». De hecho, afirmó que en el PP de Vigo «no sobra nadie», volvió a repetir para explicar que solo se crecerá electoralmente si la base es la unidad interna. 

Les dio a los suyos una receta para empezar a acuñar: «Vigo necesita un cambio. Es la ciudad más libre de Galicia, con mucha diferencia» dijo para cuestionar que haya una identificación sólida con su actual alcalde intentar y sacudir así a la  militancia, popular desactivada en los últimos años. «Tenemos una obligación moral con esta ciudad. No hay recetas para pasar de 4 concejales a 14. Propongo un camino duro, durísimo: unidad y humildad, las dos cosas para construir una alternativa real y competitiva frente al gobierno que todo lo puede», aludió así al de Abel Caballero. 

Insistió en que desde la división no se va a lograr nada, por lo que pidió a Javier Guerra y sus apoyos que se acepten los resultados del congreso. «Para que no se repita la humillación del 2019 tenemos que ser humildes y empezar por la autocrítica, porque algo habrá hecho bien el que tenemos en frente (de nuevo refiriéndose a Caballero) y algo mal habremos hecho nosotros y no es lo que se dice que es, porque el mejor aliado de Vigo es la Xunta de Galicia», dejó caer haciendo balance de las inversiones autonómicas en la ciudad.

Y ahí llegó otra autocrítica de Feijoo. «No hemos sabido transmitir la verdad, no ha percibido la gente las inversiones que hemos hecho. Ha sido una realidad dura, para mi el primero», siguió, no sin advertir que el alcalde vence «con mentiras», «se encabrona con todos», «insulta», sin que se preocupe de ser líder en innovación e industria, y no ser noticia por una de las mayores condenas de corrupción de España emitida por el Tribunal Supremo, sacó a colación el caso de la cuñada de Carmela Silva, empleada para el Concello por una contrata municipal sin que la familiar llegase a trabajar realmente en la plaza, asunto que le ha costado cinco años y medio de cárcel al jefe de departamento municipal implicado. «Insultan a todos. Por qué guardan silencio ante el mayor escándalo político que hemos vivido en Galicia en las últimas décadas», se preguntó para a continuación condenar «el cinismo del BNG»., por reprobar a la Silva en Vigo y mantenerla en la presidencia de la Diputación. «Vigo es más que unas luces y merece más que unos enchufes. Merece moralmente una alternativa real. Cada inversión en Vigo molesta», acuño finalmente Feijoo apurando el guion frente a Caballero.

Eso sí, el presidente de la Xunta se declaró primer responsable de los resultados de Vigo, «y el que no lo sea aquí que levante la mano», subrayó para que el PP escuche más a los que no se acercan al partido y aproximarse más a los que no forman parte de su escenario vital.

M.Moralejo

Recuperar la dignidad

La nueva presidenta clamó por la unidad interna. «No necesitamos salvadores», afirmó al tiempo que reclamó que se acaben en este congreso las discrepancias, admitiendo así la división interna que registra la formación. «Tenemos que recuperar la dignidad electoral que perdimos en su momento», se puso como deberes. Atacó también a Abel Caballero y a Carmela Silva por el caso del enchufe de su cuñada, estableciendo así las primeras andanadas al que será su rival en las municipales

Marta Fernández-Tapias propuso un pacto a la militancia: establecer que los rivales no están en el partido, sino fuera de él. Y añadió un anuncio, el nombramiento de José Manuel Figueroa, concejal durante varios mandatos y líder del partido tras el mandato de Corina Porro, como presidente de honor del PP de Vigo. 

Fueron presentados dos escritos de impugnación en la mesa del congreso, una incluso sobre la convocatoria del mismo cónclave interno y su reglamento. La mesa resolvió manifestando que es el órgano competente para resolver dudas y posibles conflictos, pero no sobre la convocatoria del congreso, por lo que archivó dicha protesta. La otra impugnación fue contestada en similares términos e igualmente descartada. 

El presidente del partido en Pontevedra, Alfonso Rueda, hizo también un llamamiento a cerrar la dinámica de bandos. «Empieza una etapa nueva», añadió, recordando que hay un mandato de Alberto Núñez Feijoo de hacer en Vigo un partido fuerte con un equipo hecho desde la ciudad. El presidente provincial pidió igualmente a Marta Fernández-Tapias que integre a toda la militancia. «Se acabó la lectura interna. Hay que ver hacia afuera y hacer que el PP de Vigo vuelva a ser lo que fue».