Y ahí llegó otra autocrítica de Feijoo. «No hemos sabido transmitir la verdad, no ha percibido la gente las inversiones que hemos hecho. Ha sido una realidad dura, para mi el primero», siguió, no sin advertir que el alcalde vence «con mentiras», «se encabrona con todos», «insulta», sin que se preocupe de ser líder en innovación e industria, y no ser noticia por una de las mayores condenas de corrupción de España emitida por el Tribunal Supremo, sacó a colación el caso de la cuñada de Carmela Silva, empleada para el Concello por una contrata municipal sin que la familiar llegase a trabajar realmente en la plaza, asunto que le ha costado cinco años y medio de cárcel al jefe de departamento municipal implicado. «Insultan a todos. Por qué guardan silencio ante el mayor escándalo político que hemos vivido en Galicia en las últimas décadas», se preguntó para a continuación condenar «el cinismo del BNG»., por reprobar a la Silva en Vigo y mantenerla en la presidencia de la Diputación. «Vigo es más que unas luces y merece más que unos enchufes. Merece moralmente una alternativa real. Cada inversión en Vigo molesta», acuño finalmente Feijoo apurando el guion frente a Caballero.
Eso sí, el presidente de la Xunta se declaró primer responsable de los resultados de Vigo, «y el que no lo sea aquí que levante la mano», subrayó para que el PP escuche más a los que no se acercan al partido y aproximarse más a los que no forman parte de su escenario vital.