La Escuela de Minas y Telecomunicaciones fue la aportación de César Portela, Gabriel Santos Zas y César Padrón a este homenaje a la contemporaneidad constructiva. El edificio vuelve a cumplir con la característica principal del conjunto, la adaptación a la difícil orografía del campus, ya en su vertiente del embalse de Zamáns, con el Galiñeiro justo en frente.
A pesar del gran esfuerzo realizado por la Universidad de Vigo por dotar al campus de montaña de la mejor arquitectura posible, no han faltado algunos críticas. A la ya expuesta por Alfonso Penela respecto a la falta de orden en la configuración global del espacio, los propios estudiantes también han aportado algunas quejas en algunos de estos edificios, como la presencia de humedades e incluso goteras, o la sensación espiritual de frialdad. En cualquier caso, el campus universitario vigués es una magnífica oportunidad para ver arquitectura contemporánea. De hecho, han sido varios los grupos de estudiantes extranjeros de arquitectura los que han pasado por Lagoas-Marcosende para apreciar algunas edificaciones que sin duda ya están en la historia arquitectónica de la ciudad de Vigo y de Galicia.