Los contextos territoriales urbanos de Galicia donde más se desploman los indicadores demográficos son, en cambio, donde es más baja la edad de acceso a la maternidad por primera vez. Ferrol, donde el saldo vegetativo entre nacimientos y muertes es notablemente negativo desde hace años, es donde se produjeron, en el último año estudiado por el INE, los primeros partos con las edades más bajas de las madres en la Galicia urbana. Con 29,99 años de media de las nuevas mamás, Ferrol se sitúa entre las 40 urbes con las maternidades más jóvenes. Llega a 31,23 años en Lugo y a 31,66 en Ourense de media. La razón para dicha diferencia entre los dos grupos se encuentra en el mayor peso que en las ciudades con nuevas madres más jóvenes están teniendo los partos de las residentes llegadas de otros países, cuyo peso es mayor que en el resto de las urbes frente a las mujeres con nacionalidad española. En el conjunto de Galicia mientras la tasa de maternidad en el 2020 fue de 5,65 niños por cada mil habitantes, entre las nacidas en la comunidad o en otro punto del Estado baja a 5,30, pero sube a 13,10 niños por cada mil extranjeras.
La serie estudiada por el INE desde 1975 apunta a que en ese año nacieron en Galicia 16 niños por cada mil residentes. Solo Asturias presentó el año pasado una tasa peor que la gallega, con 4,70 nacidos por mil habitantes, mientras que la media estatal se fijó en 7,19.