Vigo crece en detrimento de su ría

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

En 1998 tenía lugar el enésimo relleno dirigido por el Puerto, entonces en la zona de Coia; desde mediados del siglo XIX, la ciudad le ha robado al mar más de dos millones de metros cuadrados

23 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

A finales de noviembre de 1998, la Autoridad Portuaria de Vigo realizaba un nuevo relleno, de medio kilómetro de superficie, en la zona de Coia. Allí estaba previsto construir un puerto deportivo. Sin embargo, el 23 de noviembre se personaba la Policía Local de Vigo en la zona y paralizaba el relleno porque el trabajo se estaba realizando sin protección medioambiental. Tanto el entonces presidente de la Autoridad Portuaria, Juan Corral, como el que era director portuario, Luis Lara, mostraban su sorpresa ante la existencia de los vertidos fuera de la zona controlada en el dique de Coia. Sin embargo, poco después continuó la ampliación de la tierra firme.

Desde mediados del siglo XIX, Vigo le ha ganado al mar más de dos millones de metros cuadrados de superficie. No son pocos quienes opinan que el crecimiento de la ciudad, en todos los sentidos, no sería posible sin este robo de espacio al medio marino, algo que sigue aconteciendo en la actualidad.

Esta batalla desigual comenzó en 1853 en la zona del Areal, aunque entonces la expansión terrestre afectó a una pequeña zona donde hoy se levantan las primeras manzanas de casas. Poca cosa todavía en comparación con lo que vendría después. Entre 1857 y 1877 se realizó el primer malecón del puerto y se autorizó al promotor García Olloqui a rellenar el terreno que quedaba entre este malecón y la línea de costa con el objetivo de ampliar la ciudad. Fue entonces cuando se ganó el terreno que hoy en día va desde la plaza de Compostela hasta el Náutico. Es lo que se conoció a partir de entonces como el Ensanche.

Al mismo tiempo, el derribo de las antiguas murallas que rodeaban el Vigo histórico facilitó un pequeño relleno en el borde marítimo que hoy en día ocupa la calle Montero Ríos y que comunicaba el puerto comercial con el pesquero de O Berbés. Estas obras se realizan en 1896 y facilitaron la apertura de un corredor de 26 metros de ancho entre el puerto de pasajeros y O Berbés. En el barrio pesquero también fue entonces cuando se empezó a suprimir la playa y se crearon pequeños muelles para facilitar la descarga del pescado.

El segundo gran avance de la ciudad hacia el mar se produjo ya en el siglo XX en la zona de O Areal. El ensanche de García Olloqui había llegado hasta donde hoy se sitúa la calle Concepción Arenal, creándose en esta zona varias instalaciones de apoyo al puerto. La calle Areal servía de frontera entre la extensa playa y la línea de construcciones que todavía se conserva hoy en día. En un principio se levantó un malecón y algunos pequeños muelles, en realidad rampas transversales que facilitaban la descarga de las pequeñas embarcaciones que fondeaban en la zona.

Un segundo malecón más avanzado, dejó un espacio de tierras húmedas que fueron rellenadas a partir de 1930. Más hacia el este, el arenal de Guixar desapareció, primero en forma de dársena, y, posteriormente, ya totalmente con la construcción del muelle de contenedores, que quedó finalizado en 1988.

Sin embargo, la zona del municipio que se ha visto más alterada por esa política de sacrificio del mar es Bouzas. A principios del siglo pasado, la iglesia parroquial de San Miguel marcaba el punto más cercano a la ría. El avance sobre el mar se inició en el año 1929 con la construcción del dique muelle. El relleno del tendedero de redes se produce en 1959 y afecta a una zona de veinte metros de ancho por 120 de longitud, donde hoy en día se encuentra el Instituto de Investigaciones. Más tarde, llegó el denominado muelle de reparaciones que afectó a una superficie de 100.000 metros cuadrados.

Pero, la mayor invasión de tierra se produjo con el objetivo de crear la terminal de transbordadores y la Zona Franca, 500.000 metros cuadrados concluidos a comienzos de los noventa.

Regresando al Berbés esta zona portuaria pasó de ser una pequeña rada en la que los barcos llegaban hasta los soportales, a lo que hoy en día es, una extensa zona ganada al mar en diferentes fases desde 1930. Igual ocurrió con el antiguo arenal donde hoy en día se encuentra Beiramar. En 1928 se aprobó un relleno costero para establecer industrias auxiliares derivadas del tráfico de la pesca y posteriormente, ya en los años cincuenta, se abrió la calle Beiramar para comunicar el puerto de Vigo con Bouzas. Pocos años antes se realizó el rellano correspondiente al muelle de trasatlánticos y donde también está el Centro Comercial A Laxe.

Hasta Cangas

Y hasta ahora no paró ahí la cosa. De hecho, el Puerto está acometiendo actualmente un relleno de 8.000 metros cuadrados frente al auditorio Mar de Vigo para facilitar la movilidad y tránsito de camiones y vehículos que operan en los muelles. Hace unos días, al salir de una reunión con Jesús Vázquez Almuiña, presidente de la Autoridad Portuaria, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, dejó una frase muy gráfica al respecto de esta cuestión: «Si seguimos haciendo rellenos en Bouzas llegaremos a Cangas». Su exageración encerraba lo que parece ser una idea inamovible del actual gobierno municipal: «En este Ayuntamiento, no queremos rellenos en la ría». Y añadía algo que parece estar muy extendido entre los partidarios de frenar los rellenos. «Los espacios se pueden encontrar sin necesidad de ellos.

Estamos en la etapa de transición ecológica» dijo Caballero. De hecho, ese objetivo llevó ya hace años a alguien a pensar que había que ubicar la plataforma logística del puerto de Vigo varios kilómetros tierra adentró. Concretamente, en aquella Plisan de Salvaterra-As Neves, que sigue parada.