El Poder Judicial corrige el equívoco con el nombre ficticio en una sentencia para no señalar a un chófer de bus de Vigo

e. v. pita VIGO

VIGO CIUDAD

M.Moralejo

En el fallo, publicado en Internet, al condenado real se le llamaba Plácido para proteger su identidad, pero coincidía con el real de un trabajador de Vitrasa

18 nov 2021 . Actualizado a las 07:00 h.

El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha decidido cambiar el nombre ficticio de Plácido en una sentencia difundida en Internet sobre un chófer de Vitrasa despedido. Lo ha reemplazado por otro para evitar equívocos en la identidad y dejar de señalar así a otro conductor de la misma concesionaria de buses urbanos de Vigo que en realidad se llama así, Plácido.

De esta forma, ahora figura bajo el nombre de Maximiliano para preservar la identidad real del condenado. Ese nombre, Maximiliano, tiene una presencia testimonial en la provincia de Pontevedra, según el INE. En España hay 4.129 hombres que se llaman Plácido, pero dio la casualidad de que uno era conductor de Vitrasa. Con el cambio, se reduce la probabilidad de que otro compañero se vea aludido por la sentencia, ya que solo hay 3.549 Maximilianos en España.

El sindicato CC.OO. en Vitrasa había pedido hace unos días la sustitución del nombre inventado de Plácido en una sentencia del Tribunal Supremo tras conocer la pesadilla de un conductor real de la compañía que se llamaba igual y que llevaba tiempo de baja. Resultó que, al coincidir con el nombre puesto en la sentencia para tapar el real por motivos de protección, le acabaron señalando erróneamente.

El CGPJ explicó ayer que actuó de oficio al conocer el equívoco. Recalca que el Centro de Documentación Judicial (Cendoj) no recibió ninguna solicitud en relación con la sentencia, pero tuvo conocimiento a través de la Oficina de Comunicación, por lo que decidió cambiar. «La sentencia ha sido tratada de nuevo y puede consultarse en la base de jurisprudencia», indican fuentes del Poder Judicial. En la sentencia renombrada se lee ahora que el protagonista es Maximiliano. «Ahora está todo perfecto», indicó ayer una fuente cercana a Plácido.

El cambio de filiación en las sentencias almacenadas en los reservorios públicos, como el Cendoj, es una habitual para proteger la privacidad y los datos personales de los protagonistas de un pleito. Pero nadie se esperaba que hubiese un Plácido real en la plantilla de 300 conductores de Vitrasa y que sus compañeros y allegados lo señalasen erróneamente a él.

Además, el motivo de la sentencia tenía miga. Era un despido porque la empresa, durante dos meses, había grabado con cámaras de videovigilancia varias escenas en las que el chófer y una pasajera mantenían «contacto físico» dentro del autocar durante un descanso técnico en el campus de Vigo. Luego, el conductor orinaba desde las escaleras del bus hacia a la calle, y también fumaba. El Tribunal Supremo avaló las grabaciones, aunque fuesen durante el descanso del trabajador, y apuntó además que el hombre había dejado subir gratis a la pasajera varias veces sin exigirle billete, lo que suponía una infracción a las normas de la empresa. El abogado del chófer, Alberto Muñoz, estudia recurrir la sentencia ante el Constitucional y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

No es la primera vez que los nombres ficticios dan lugar a equívocos. Fuentes del Supremo recuerdan llamadas de particulares que se sentían aludidos porque su nombre coincidía en el ficticio puesto en la sentencia anonimizada de un conocido financiero y político condenado por apropiación indebida, o de un alto miembro nobiliario que ingresó en prisión por corrupción.