El ladrillo se extiende hacia Samil

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Alejandro Martínez

El Plan Xeral de Vigo prevé la recalificación de 690.000 metros cuadrados para bloques de 4 alturas

14 nov 2021 . Actualizado a las 09:57 h.

En Samil, detrás de la avenida que, en días de buen tiempo, utilizan miles de vigueses para disfrutar del paseo marítimo y los arenales, hay grandes extensiones de terreno en los que crece la maleza y tiñen de verde un paisaje salpicado por viviendas unifamiliares.

Una de las zonas más codiciadas para vivir en Vigo por su cercanía a la playa más grande del municipio es también muy rural. Los desarrollos urbanísticos dibujados a lo largo de las últimas décadas en los planos nunca se han llegado a materializar. La consecuencia es que los vecinos que viven allí en lujosos chalés se encuentran aislados en un entorno sin ruidos ni contaminación, pero también con una notoria falta de servicios. No tienen a mano tiendas, ni cajeros, ni farmacias y padecen unos viales estrechos que no están en condiciones. Al menos, tienen cerca el supermercado de la avenida de Samil.

El nuevo Plan Xeral que el gobierno municipal aprobó con sus votos en agosto intentará dar un giro a esta situación y abrirá un melón inmobiliario por el que muchos promotores venían suspirando. Sentará las bases para una transformación profunda de la zona próxima a la playa.

El documento urbanístico determina tres grandes áreas a ambos lados de la Avenida de Europa en los que se permitirá la construcción de bloques de viviendas de hasta cuatro alturas. El planeamiento contempla la recalificación de un total de 660.000 metros cuadrados como suelo urbanizable detrás de la primera línea de playa, mientras que otros 69.000 se clasifican como suelo urbano no consolidado. Se trata de una de las apuestas más importantes del Concello para compactar la ciudad y prolongar la trama urbana desde el barrio de Coia y el polígono de Navia. Según los autores del futuro planeamiento, por sus características y extensión «está chamada a representar o gran ámbito de expansión da cidade, prolongación da actuación do PAU de Navia».

Una pieza fundamental en la expansión de la ciudad en este ámbito será el gran bulevar pegado a la avenida de Europa que conectará la zona de los volcanes de Coia con la costa. El Concello aprobará la semana que viene iniciar el proceso de las expropiaciones para llevar a cabo unas obras que durarán casi dos años.

El planeamiento también dibuja un nuevo vial interior paralelo a la línea de costa, que absolverá gran parte del tráfico de la avenida de Samil. Esta nueva carretera permitirá reacondicionar el actual frente marítimo con la recuperación paulatina del sistema dunar, según expresa el equipo redactor del Plan Xeral. La devolución del terreno ganado a la playa supondrá la eliminación de las áreas de aparcamiento próximas a la playa. Para compensar este déficit, se incrementa un 20 % la exigencia de plazas de aparcamiento públicas en las tres grandes zonas que se recalifican. Además, está prevista la creación de un gran parque urbano junto a la avenida de Europa de 130.500 metros cuadrados, en un ámbito de singular valor ambiental.

Los tres principales ámbitos que define el nuevo Plan Xeral son los de Milladeira da Garita, de 168.000 metros cuadrados, avenida de Europa-Pertegueiras-Pista-Robaleira, de 323.299 y Samil-Pereiras-Redondo, de 168.936.

Ámbitos

En todos estos ámbitos el uso característico será el residencial y tienen en común que los promotores tendrán que dedicar un 30 % de la edificabilidad para viviendas protegidas. Tan solo un 10 % del terreno será para uso terciario. Las fichas de estos ámbitos destacan la necesidad de respetar los elementos patrimoniales que se encuentran dentro de sus perímetros, como hórreos catalogados, petroglifos, especies autóctonas, humedales, sendas, así como la vigilancia de especies invasoras. Otro requisito común es evitar la formación de pantallas arquitectónicas o la acumulación de volúmenes.

Intentos anteriores

La idea de impulsar el desarrollo residencial del frente marítimo ya viene de lejos. El exalcalde del PP Manuel Pérez ya planteó en 1996 levantar medio millar de viviendas sobre una superficie de 88.000 metros cuadrados. Se trataba de 19 bloques de cuatro alturas. Esta iniciativa provocó una enorme contestación social. La oposición, formada entonces por el PSOE y el BNG, denunciarían corrupción y un pelotazo urbanístico. Los vecinos se organizaron y recogieron cerca de 21.000 firmas para exigir un referéndum popular. La campaña Samil é de todos sacó a los vecinos a la calle e incluso organizaron acampadas de protesta en torno al arenal. El gobierno del PP intentó atenuar el impacto de la urbanización retrasando 50 metros más de la costa y aumentando las zonas verdes. La exposición de una maqueta en el Ayuntamiento tampoco convenció a los vecinos.

Más agresivo fue el planteamiento que diseñó Lois Castrillo y que se incorporó al Plan Xeral de 2008. Contemplaba la recalificación de unos 450.000 metros cuadrados para uso hotelero y residencial, donde se permitían entre cuatro y siete alturas. Fracasó por la anulación de aquel Plan Xeral.

«Los vecinos no queremos que sea como Benidorm»

Las recalificaciones que el Plan Xeral prevé en el entorno de la playa de Samil han levantado la preocupación de muchos vecinos del entorno. Manuel Pérez (no el exalcalde), inquilino en uno de los edificios, resume el sentir de muchos residentes: «No queremos que esto se convierta en un Benidorm gallego», afirma. Cree que las parcelas deberían tener una baja edificabilidad para poder seguir viviendo en un entorno con calidad de vida. «Bajo y dos plantas como mucho», opina. «Las recalificaciones romperán la tranquilidad del barrio», opina Guillermo Vázquez, que reside en una vivienda unifamiliar. Este vecino presentará una alegación puesto que, con el nuevo planeamiento, parte de su finca se verá atravesada por un vial interior paralelo a la avenida de Samil de nueva proyección. Los vecinos denuncian el «abandono» que sufre esta parte de la ciudad. Manuel Pérez critica que no hay una sola papelera en el margen de la calle que da a su casa y que muchos contenedores están rotos. «No hay nada», critica Guillermo Vázquez, que guarda un mapa de una antigua planificación que hizo el Concello en los años 50 del siglo pasado.

El PP denuncia que el gobierno quiere hacer un «gigantesco pelotazo» en el frente marítimo

Marnotes afirma que la recalificación es «monstruosa»

a.m.

El grupo municipal del PP se refiere a las recalificaciones urbanísticas previstas en el PXOM aprobado inicialmente en términos de «pelotazo urbanístico». El portavoz, Alfonso Marnotes, denuncia el aumento del valor de los terrenos en una franja de casi un kilómetro del frente de la avenida. Desde la Baixada a Samil hasta la calle Saíñas, donde hay decenas de viviendas unifamiliares, parcelas sin construir y apartoteles se podrán levantar edificios de viviendas de tres alturas y bajo cubierta. Son alrededor de siete hectáreas de terreno donde se podrán levantar más de 700 pisos. El PXOM en vigor, aprobado en el 93, permitía la construcción de viviendas en este espacio pero unifamiliares, mientras que el anulado de 2008 se preveían establecimientos de hostelería. «Se ha hecho una recalificación monstruosa», critica Marnotes. Los populares también denuncian la recalificación del párking de uso público que se utiliza para autocaravanas junto al número 57 de la avenida de Samil. «Es la auténtica milla de oro de la recalificación. La concejala de Urbanismo y el alcalde quieren convertir Samil en el Benidorm del Atlántico y creen que los vigueses somos tontos», dice el portavoz popular. Exige al alcalde que dé explicaciones «porque esto es muy grave y no se pueden escudar en que son errores», señala Marnotes. El grupo municipal del PP denunció el cambio de usos del aparcamiento del museo Verbum, donde se permitiría la construcción de hasta 75 viviendas. El gobierno alegó que se trataba de un error y lo corrigió.

La concejala de Urbanismo señala que baja la edificabilidad respecto al PXOM de 2008

Acusa al PP de ignorancia y de «querer enredar»

a.m.

La concejala de Urbanismo, María José Caride, niega que haya pelotazos urbanísticos en la próxima planificación del frente de Samil. Compara el PXOM actual con el anulado de 2008 para rebatir con datos «las mentiras del PP». La teniente alcalde señala que la edificabilidad que estaba prevista entre la avenida de Europa y el Lagares era de 2,3 metro cuadrado por metro cuadrado y unas alturas máximas de seis plantas. Frente a esta situación, el Plan Xeral y el documento de aprobación inicial, que aún está en fase de revisión, prevé otra ordenanza con una edificabilidad máxima de un metro por un metro y tres alturas. «Es una obviedad que el nuevo Plan Xeral prevé menos de la mitad de la edificabilidad para Samil y de las alturas. Intentamos permeabilizar el frente marítimo» señala la responsable municipal de Urbanismo.

Sobre el aparcamiento del número 57 de la avenida, recuerda que el Plan Xeral de 2008 preveía la construcción de inmuebles de planta baja y cinco plantas y una edificabilidad de 2,3 metro cuadrado por metro cuadrado. «La revisión que hacemos es incorporar esa parcela al suelo urbanizable colindante para conseguir entre todos mejores viales y plazas de aparcamiento», señala.

Caride atribuye las críticas del PP a «las ganas de enredar y al desconocimiento». Sobre las críticas por la falta del requisito de viviendas protegidas, recuerda que en la clasificación del suelo urbano consolidado no se puede imponer ninguna carga de vivienda protegida en ningún punto de la ciudad.

internet

Antonio Palacios ya soñó un Samil urbanizado y con estación de tren

La construcción del paseo levantó numerosas quejas en Vigo

jorge lamas

El orgullo de los vigueses. Así se refería en numerosas ocasiones la prensa a la playa de Samil cuando se extendió la moda de acudir a los arenales. Recibía este nombre porque el gran crecimiento experimentado por la ciudad se iba llevando por delante las distintas playas más cercanas al centro de Vigo, mientras que Samil seguía muy alejada y a salvo de la vorágine urbanística que comenzaba a agitar Vigo. Tan lejos quedaba que, por ejemplo, en los años veinte se hacían excursiones a Samil.

Ni las comunicaciones eran buenas, ni hubo líneas regulares de transporte hasta 1941. Fue ese año cuando el gobierno municipal decidió abrir en condiciones la carretera que llegaba al arenal desde Bouzas. Fue entonces cuando se construyó el puente del Lagares para darle continuidad a aquella carretera.

La otra gran vía de comunicación actual con Samil es la avenida de Europa, con su tramo previo de la avenida de Castelao en Coia. Esta carretera no existía antes del comienzo de la década de los setenta. Cuando se derribaron las cocheras de los tranvías se afrontó la apertura de la calle que dio continuidad hasta la playa a la Gran Vía.

Así que aquel aislamiento secular había facilitado la conservación virginal de aquel paraje. Y eso que Antonio Palacios pensó en Samil como una zona balnearia, que estaría recorrida por una gran avenida y un gran paseo, ambos en paralelo. El arquitecto porriñés ya hablaba hace cien años de crear allí la ciudad del verano, preparada para acoger a miles de personas. Para ello, ideó un trazado radial de edificios e, incluso, pensó en la necesidad de establecer allí una estación de ferrocarril, un casino y también habló de construir un hipódromo.

Antonio Palacios advertía a las autoridades locales a actuar con urgencia sobre aquellos terrenos antes de que se presentasen «las revalorizaciones del terreno» y se efectuasen construcciones sin plan alguno con accesos inadecuados o sin accesos.

Contestación popular

Como es sabido, el plan no salió adelante y Samil siguió alejado de la mayor parte de la población hasta que en 1945 empezó a haber transporte público hasta la playa. Claro que aquello no iba a durar para siempre. Las dunas que coronaban el gran arenal empezaron a desaparecer en mayo de 1970.

El alcalde Rafael Portanet había encargado al arquitecto madrileño Emilio Garrido la urbanización de Samil. Así apareció en plano un paseo, dos aparcamientos, restaurantes, vestuarios y una zona ajardinada. Decía Portanet que de aquella forma se acabaría con la anarquía que reinaba en la zona.

La ejecución del plan de urbanización de Samil se llevó a cabo ya con Antonio Ramilo al frente de la alcaldía. En octubre de ese mismo año, un grupo de personas influyentes en la ciudad hacían público un manifiesto en el que llamaban a Vigo a la defensa de Samil. «Basta contemplar la mole de cemento para calcular las consecuencias tan dañosas como irreparables», decían personajes tan influyentes como Valentín Paz-Andrade, los Álvarez Blázquez o Eduardo Blanco

Amor. Este manifiesto animó a muchos vigueses anónimos a secundar la protesta que, como era de esperar entonces, no impidió que los trabajos siguiesen su lento desarrollo.

Sin embargo, las críticas se transformaron en chistes, que incluso alcanzaban ya las páginas de periódicos como El Pueblo Gallego. En él se podía ver una viñeta en la que un marinero en su barco estaba ante una playa amurallada, lo que provocaba su ingenuo comentario: «Creí que estaba en la ría de Vigo y resulta que estoy en la de Muros».

Ni las bromas ni las protestas razonadas sirvieron de nada. En mayo de 1972 se inauguraba el paseo de Samil. Las quejas planteadas por la ciudadanía solo afectaron a un ligero retranqueo del muro. Fue el final de aquel arenal idílico y no fueron pocos los vigueses que le dieron la espalda a Samil. De esa época es la construcción del Hotel Samil, recientemente derribado para construir un complejo hotelero todavía mayor. Por cierto, a los pocos meses de su apertura tuvo aquel hotel su primera quiebra económica.

Desde los años setenta, pero, sobre todo, a partir de finales de los ochenta, empezó a notarse tanto en la avenida de Samil como en la avenida de Europa, ya en su tramo más bajo, la proliferación de viviendas y establecimientos hosteleros. Uno de los más conocidos fueron los llamados apartoteles, declarados ilegales en 1996 por el Tribunal Superior de Xustiza. Finalmente, hace un par de años fueron legalizados tras ciertas modificaciones. Samil ya nada se parece al arenal inmenso que adoraron los vigueses de comienzos del siglo XX, aunque a algunos parece gustarles más así.