Vigo suma 29 salas de juego y de apuestas a la espera de la nueva ley

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

XOAN CARLOS GIL

El Concello autoriza la ampliación de un local situado en la calle Colombia

21 oct 2021 . Actualizado a las 22:25 h.

Vigo cuenta en la actualidad con 23 salones de juego, dos casas de apuestas, tres bingos y un casino inscritos en el registro de la Xunta. Suma 29 locales a la espera de la nueva ley que elabore la Xunta, que paralizó la concesión de licencias a finales del 2019, lo que no ha impedido autorizar las que estaban en trámites o ampliar las existentes.

Los establecimientos están repartidos por todos los barrios de la ciudad. Su apertura, en muchas ocasiones, ha traído consigo polémica vecinal por la preocupación en las familias de que los más jóvenes se inicien en una actividad lúdica que crea adicción. Ocurrió en Navia cuando hace dos años abrió un salón de juego al lado del parque infantil. Los vecinos se manifestaron pero, como cumplía todos los requisitos legales, no lograron impedir su cierre.

También en la calle Florida hubo una fuerte contestación vecinal a la reforma de un establecimiento para la apertura de un salón de juego. El gobierno municipal paralizó las obras, pero la empresa recurrió a los tribunales y este verano logró que le dieran la razón. El TSXG condenó al Concello a volver a tramitar la licencia.

Gracias a la presión ciudadana y de entidades como la Asociación Gallega de Jugadores Anónimos, la Xunta paralizó hace dos años la concesión de nuevas licencias mientras no se apruebe una reforma de la Ley de Juego de Galicia que ponga freno al preocupante incremento de los casos de ludopatía entre los jóvenes. El objetivo de esta medida restrictiva es cerrar el mercado para evitar que se pueda aprovechar el período previo a su entrada en vigor para especular y poner en marcha nuevas instalaciones. Este freno ha supuesto un respiro para muchas familias preocupadas por el auge que estaba teniendo el sector, si bien la oferta ya es suficientemente amplia en la ciudad olívica, después de unos años de crisis económica en los que se ha acelerado la apertura de este tipo de negocios.

La paralización de licencias no significa que los locales que ya están abiertos no puedan obtener permisos de ampliación si cuentan con la autorización de la Xunta. La Gerencia de Urbanismo ha aprobado recientemente la realización de modificaciones sustanciales en la distribución de la casa de juegos ubicada en la calle Colombia para aumentar la superficie destinada al juego y, consecuentemente, su rentabilidad. El local verá reducida la superficie de la zona de servicio de bar, eliminando la zona de sillas y mesas, que pasará a destinarse a zona de servicio de apuestas.

Las instalaciones dedicadas al juego se incrementarán en este local con una terminal y cinco máquinas auxiliares de apuestas, que no habían sido consideradas en el proyecto inicial autorizado por la Xunta. La empresa abrió sus puertas en julio de 2019 y, poco después, presentó un proyecto reformado al contar con una resolución favorable de la Dirección Xeral de Emerxencia e Interior que les permitía aprovechar una mayor superficie de juego. La empresa que ha obtenido esta licencia es Xogopro Sur de Galicia, la misma a la que el gobierno municipal paralizó el proyecto de apertura de otro salón de juegos en la calle Florida.

A las casas de apuestas y salones de juego hay que sumar la gran cantidad de establecimientos de hostelería autorizados para albergar máquinas de juego. Según el registro autonómico, en Vigo hay casi 2.000 bares y restaurantes que invitan a los clientes a probar suerte echando monedas. Pese a que formen parte de la cultura de los bares, las tragaperras fomentan la ludopatía. Las asociaciones de jugadores demandan una mayor regulación para prevenir la adicción.

M.MORALEJO

«Se normaliza el juego de azar entre los jóvenes como alternativa de ocio»

La proliferación de los salones de juego y de las casas de apuestas está rebajando la edad media de las personas y el tiempo que tardan en caer en la ludopatía. Cada vez son más jóvenes y se enganchan antes. Lo certifica Juan Lamas, director terapéutico de la Asociación Gallega de Jugadores Anónimos. «La media de edad de nuestros pacientes se rebajó desde el 2012. Hace diez años hablábamos de un varón de 45 años que lleva siete años jugando. Ahora la edad ronda entre los 26 y los 30 años y llevan menos tiempo jugando», afirma. La pandemia también ha cambiado la modalidad del juego. Hubo un aumento de los usuarios online porque las salas estuvieron cerradas y, al no haber competiciones deportivas, tampoco había apuestas. Juan Lamas considera que la aparición de las casas de apuestas está normalizando el juego en unas franjas de edad que son problemáticas. «Los chavales teóricamente, mayores de 18, pero en la práctica no está muy claro que haya menores jugando aunque sea ilegal están normalizándo el juego de azar como alternativa de ocio sin explicarles las consecuencias negativas que pueden tener ese tipo de actividad». La asociación realizó aportaciones a la nueva Ley de Juego. Se aceptaron algunas propuestas, pero la parte de prevención y de investigación «entendemos que no se contempló en la ley. Los lobis del juego tienen una presión que no tenemos nosotros».