Cuando Madrid se escribía con la uve de Vigo

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

BENITO

Leguina y Manuel Soto idearon un encuentro cultural en 1986 que solo se efectuó en la urbe olívica

07 sep 2021 . Actualizado a las 19:45 h.

«El tren que nos trajo de Madrid y en el que me colé era una auténtica barra libre», dijo años después el vigués Carlos Leiro. Recordaba así el viaje en ferrocarril desde la capital de España promovido por el presidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina, y el alcalde de Vigo, Manuel Soto, como un acto de hermanamiento entre las movidas culturales de ambas ciudades que pasó a la historia como «Madrid se escribe con V de Vigo».

Aquel ferrocarril entró en la estación de Vigo en la mañana del 20 de septiembre de 1986. Venía lleno de conocidos artistas del momento, como a Alaska, Ana Curra, Fabio McNamara, Gabinete Caligari, Aviador Dro, el Hortelano, Cessepe, Ouka Leele, Víctor Aparicio, Lamazares, Carlos Berlanga, el fotógrafo García Alix y el periodista Jesús Ordovás. Alaska, como portavoz improvisada de la expedición, afirmó al llegar a tierra que el resto del pasaje dormía profundamente. Haría falta el concurso de los gaiteros para despertarlos.

«Queremos favorecer desde las instituciones la reunión de las gentes que trabajan en ideas rupturistas en todos los campos de la cultura, con el fin de que tengan vivencias en común e intercambien al mismo tiempo ideas sobre la creatividad, para que puedan ponerse en marcha, en un futuro más o menos corto, nuevos proyectos culturales», dijeron en la rueda de prensa en Madrid los promotores para justificar aquel viaje.

Durante ese fin de semana, Vigo encadenó numerosos actos culturales en los que compartieron escenario los invitados madrileños y los artistas locales, entre los que se incluían desde músicos a diseñadores. Y mucha fiesta, comida y bebida. Tanta que, semanas más tarde, la oposición municipal denunció que la factura había sido desmesurada.

El programa de actividades comenzó el mismo sábado con la inauguración de una exposición en los bajos de la casa consistorial en la que había obras de El Hortelano, Manuel Pifia, Cessepe, Ugalde, Víctor Aparicio, Berao y Oukalele, entre otros conocidos artistas.

Tras una primera comida conjunta en el Pazo Quiñones de León, la tarde y la noche viguesa se encadenaron con numerosas actividades. Antón Reixa estrenó la opereta After shave, y cientos de muñecos colgados conformaron una gran obra en distintos puntos de la zona vieja como propuesta artística del grupo Acción Arte.

Por la noche, el pabellón de As Travesas acogió un concierto con participación local y visitante ante una enorme «V», de Vigo que se divisaba desde todas partes dentro del recinto. Los Nikis, con la colaboración especial de Alaska, abrieron el concierto en el que posteriormente intervendría Gabinete Calighari y Siniestro Total. El concierto se extendió hasta las cinco de la mañana, aunque todavía no acabó ahí la noche. Algunos pubs aún ponían copas a esa hora, y más ese día que la fiesta era dirigida por el poder político de la ciudad.

Detención de MacNamara

Ya al día siguiente, el alcalde Manuel Soto ofreció a la delegación visitante un comida de gala en el pazo de Castrelos que fue servida por el Puesto Piloto. Todavía debió de haber mucha fiesta entre los invitados porque la comida acabó con la intervención de la policía local, que detuvo a MacNamara, por aquel entonces compañero musical de Pedro Almodóvar. Recuerdan algunos testigos del convite, que ya a los postres, cuando el alcalde vigués iniciaba su discurso de bienvenida, MacNamara lanzó una taza de café _aunque en otra versión se habla de una botella_ contra el regidor socialista, quien se libró del impacto con un rápido movimiento de cintura. Siguiendo el relato recogido de fuentes presenciales, la taza se estrelló en la cabeza de una mujer. La agresión provocó la intervención de la policía local que identificó al cantante. La intervención de Manuel Soto permitió que la situación se calmara y el cantante no fuera detenido.

Según el PSG-Esquerda Galega de Vigo, los gastos ocasionados por los actos del montaje Madrid se escribe con V de Vigo supusieron, según los datos que se desprenden del acta aprobada por la comisión de gobierno del 22 de septiembre, cerca de 19 millones de pesetas, de los que se consignaron nueve a Relaciones Ciudadanas y el resto al llamado Valores Independientes y Auxiliares, cantidad muy superior a la anunciada por la Alcaldía.

Así que con aquella factura era fácil prever que no tendría más recorrido el asunto, aunque es cierto que una gran parte de la juventud viguesa lo pasó de miedo aquellos dos días, pero no tanto como los músicos invitados por el erario público de Vigo. Hace unos meses, Francisco Santomé reconocía en La Voz de Galicia lo que tenían preparado para el viaje de Vigo a Madrid: «Para la devolución de la visita en Madrid hasta teníamos contratado un barco pesquero para llevarlo al estanque de El Retiro».

Para no pocos, la movida acabó con aquel festín desenfrenado y oficializado, aunque también es cierto que Vigo asomó un poco más cabeza en el mundo.