La ruta de la que forma parte la Casa dos Mouros está en estado de abandono
04 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.La Casa dos Mouros se cae. Lo dice el Concello de Vigo con un cartel situado ante la valla que impide acercarse al monumento megalítico construido entre el cuarto y el tercer milenio antes de Cristo. Está situado en una finca municipal ubicada en la parroquia de Candeán y forma parte de un conjunto excavado en el año 2006 a iniciativa del Concello de Vigo, la Xunta de Galicia y de la Comunidad de Montes de Candeán.
Hace cuatro años, este mismo dolmen fue atacado por unos vándalos que pintaron uno de los símbolos que aparece en la serie Harry Potter. Tras aquel atentado contra el patrimonio histórico, el Concello de Vigo realizó la limpieza de la piedra, que ahora amenaza con venirse abajo si no se actúa de forma urgente.
Un dolmen es un enterramiento colectivo realizado con grandes piedras. La Casa dos Mouros está compuesta por varias piedras verticales, y todavía conserva, aunque fuera de su lugar original, la piedra horizontal que cerraba el conjunto por su parte superior. Esta laja es la que amenaza con empujar al resto de los elementos pétreos.
Estas tumbas neolíticas eran cubiertas por un túmulo de piedras y tierra, que en Galicia recibe el nombre de mámoa. Este dolmen tiene la calificación de bien de interés cultural, y está recogido en el catálogo municipal de patrimonio histórico. En el citado catálogo se dice: «Dentro da arquitectura dolménica sobrancea notoriamente a denominada Casa dos Mouros, en Candeán».
Este ejemplo de arquitectura funeraria megalítica forma parte de un conjunto que se extiende por la parroquia de Candeán y casi enlaza con el grupo de mámoas de Monte Penide, ya en el municipio de Redondela. El conjunto, que fue puesto en valor, con señalización y limpieza de maleza en el año 2006, está actualmente en estado de abandono. Hace once años, fue anunciado como la primera ruta arqueológica existente en el municipio de Vigo, y contó con la participación económica de la Comunidad de Montes de Candeán, el Concello de Vigo y la Xunta de Galicia. Hoy, cada uno de los ejemplares sobre los que se actuó presentan un aspecto muy distinto.
En el entorno del cementerio nuevo de Candeán, donde se encuentran otros tres ejemplares, la presencia de estos elementos megalíticos pasa desapercibida. En Chan de Touciños, que sí están señalizados dos mámoas, la vegetación se ha hecho su sitio, y no son pocas las muestras de incivismo que presentan ambos ejemplares. En la parte posterior del cementerio hay otra mámoa que no fue excavada en su día para que los visitantes pudieran contemplar el aspecto de un túmulo todavía cubierto de tierra y piedras. Pasa desapercibido porque no tiene ya ninguna indicación que alerte al profano en la materia.
Subiendo hacia el parque del Vixiador está el dolmen de Costa Freiría, sobre el que se actuó de una forma más intensa que en los otros en el 2006. Hoy, no se percibe desde el camino porque ya no tiene indicaciones. Hay que saber dónde está para acercarse y ver que está cubierto de vegetación.
En el 2006 se invirtieron cien mil euros en la excavación de estas mámoas
El pleno de la Corporación de Vigo, presidido por Corina Porro, acordaba por unanimidad en septiembre del 2006 respaldar económicamente la realización de un sendero ha decidido realizar un sendero que enlazase once enterramientos megalíticos distribuidos por diferentes puntos de la parroquia de Candeán Se invirtieron entonces 90.000 euros en la realización de una intervención arqueológica en dos de las mámoas presentes en el recorrido, la musealización, señalización y divulgación de este polo de atracción cultural, y en la realización de diversos trabajos agroforestales.
Por su parte, la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural aportó seis euros para ayudar a financiar la excavación de las mámoas de Chans dos Touciños y Costa Freiría. Además, asumiría el coste de la redacción de la memoria técnica de los trabajos que realizó la empresa Tomox. En las márgenes del sendero existen muchas otras mámoas, pero están situadas en montes privados cuyos propietarios no quisieron en su momento sumarse a esta iniciativa.
Cuando se inauguró la ruta, el Concello de Vigo editó una guía de mano pensada para dar contenidos más amplios, y al mismo tiempo servir como soporte informativo de carácter general al alcance de todo el público que permitiese un acercamiento al megalitismo de forma global, con ejemplos en Galicia y Europa.
Hoy en día, el sendero sigue existiendo y está bastante limpio, pero no ocurre lo mismo con los elementos megalíticos que conforman la ruta patrimonial. En algún caso, como ocurre con el dolmen de Costa Freiría tan siquiera es fácil localizarlo.