Se buscan gallegos para «Los lunes al sol»

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Oscar Vázquez

Hace 20 años, el director de cine Fernando León de Aranoa empezó el rodaje del filme ambientado en el Vigo obrero de la reconversión industrial que protagonizó Javier Bardem antes de convertirse en estrella de Hollywood

12 ago 2021 . Actualizado a las 01:37 h.

Hace 20 años, Javier Bardem se paseaba por Vigo para ir a trabajar. En su caso, se trataba de meterse en la piel de un obrero en paro que el director y guionista Fernando León de Aranoa había escrito para que él protagonizara en la película Los lunes al sol, que se rodó en el 2001 en la ciudad. Aunque en el filme no aparecía Vigo con su nombre, la historia estaba ambientada en escenarios y rincones por toda la urbe, desde la mítica escena en el Illas Ficas, el barco de Cangas en el que Bardem y Luis Tosar cruzan la ría, a otras en exteriores e interiores localizados en Coia, en Teis, y en la zona vieja hasta O Berbés.

Pero antes de que llegase todo el equipo, se supo que el actor y el director «buscaron exteriores durante una semana en la ciudad olívica». Eso se afirmaba en la información publicada en La Voz de Galicia el 13 de agosto del 2001. En ella, lo que verdaderamente se destacaba era el hecho de que estaban pidiendo figurantes para forman parte de la historia sobre «un grupo de obreros que se quedan sin trabajo por culpa de una reconversión industrial», adelantaba añadiendo que «Se buscan 400 extras para película en Vigo, de todas las edades, sobre todo hombres de 25 a 70 años», se contaba en el periódico explicando que eso era lo que rezaban los carteles que lucían en algunos bares de la parroquia de Teis. Entre otros datos, se añadía que Bardem haría «el papel del más joven y tendrá como compañero a Luis Tosar», y que la película «se rodará, entre otros escenarios de Vigo, en el astillero de Vulcano». Y precisamente allí estuvieron el actor y el director «para familiarizarse con el escenario y el ambiente de los obreros», se decía.

«Se buscan 400 extras para película en Vigo»

En una información del día anterior, La Voz publicaba que el actor «se mezcló con los trabajadores de Vulcano hasta para comer y, así, también tuvo ocasión de degustar pulpo y mejillones a precios populares en un bar del barrio de Teis». Otro aseguraba que «Nos cayó de sopetón porque no había encargado mesa ni nada. Parecía uno más y se veía que tenía buen rollo con los obreros», explicaba Antonio Fernández Regal. «Otro vecino de Teis que regenta un bar próximo a Vulcano apuntó que al actor le están enseñando a ser soldador en el astillero vigués, donde se rodará parte de la película», revelaban.

Así, antes de ser una megaestrella que recorre las alfombras rojas de los festivales y teatros más glamurosos del mundo, y antes también de emparentar con Penélope Cruz, -aliada en esa apuesta profesional internacional que ambos ganaron-, el actor, aunque ya había sido nominado para el Oscar pero aun vivía en España , visitaba bares emblemáticos de la ciudad como La Iguana Club, en el tiempo libre que le dejaba el rodaje en el que el numeroso equipo estuvo inmerso durante tres meses. De hecho, una camiseta del local fue la vestimenta que eligió cuando llegó el día del estreno y todo el equipo se plantó en el Hotel Bahía para la presentación porque aquel fue el alojamiento.

El 27 de septiembre del 2002, un año después, el filme ya estaba listo para su exhibición en salas y el lugar elegido para presentarlo -tras su estreno en el Festival de San Sebastián- fue Vigo. «Llegamos muy cansados, pero muy contentos de estar aquí porque tenemos un recuerdo muy bueno del tiempo que pasamos en Vigo trabajando», explicaba Fernando León mientras Bardem garabateaba su retrato durante la presentación a los medios», según recoge otra crónica de aquel evento, y decía «¿Os luns ao sol, non?», que fue lo primero que dijo al saludar.

«Es una película que nos hace mejores personas, y haciéndola fui consciente de lo crueles que somos a veces con las personas que están en una situación precaria», decía Javier Bardem, quien contaba también lo que sintió tras meterse en la piel de su personaje, un hombre que se gana el pan a base de trabajillos: «Desde entonces cojo todas las propagandas que dan los repartidores por la calle, y eso que yo solo estuve tres horas haciéndolo», afirmaba.

El gallego Luis Tosar apostillaba que «tampoco es tan difícil saber lo que siente un parado. Para empezar, el noventa por ciento de los actores de este país está en paro», decía con aplastante rotundidad.

En Pontevedra también

Al hilo del estreno, La Voz también se hacía eco en su edición de Pontevedra, del rodaje de otras escenas del filme que discurrieron en la ciudad del Lérez. «La hierba de Pasarón no fue el único plató utilizado por el director Fernando León en Pontevedra», contaban sobre las escenas que se sucedieron en el estadio de fútbol del club pontevedrés. «Y si no, que se lo digan a algunos funcionarios de los Juzgados de A Parda, que no tuvieron inconveniente en acudir al puesto de trabajo un sábado». Fernando León mezcló imágenes reales de un partido de fútbol con otras rodadas con extras para completar esos fotogramas que ya son clásicos.