Los vigueses mantienen por su cuenta la procesión del Cristo de la Victoria

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Por segundo año consecutivo, la situación derivada de la pandemia obligó a suspender la celebración religiosa

02 ago 2021 . Actualizado a las 12:50 h.

Las previsiones del día anterior se cumplieron. Numerosos vigueses no quisieron dejar de celebrar el día del Cristo de la Victoria a pesar de que la situación sanitaria derivada de la pandemia de covid obligó a los organizadores a suspender, por segundo año consecutivo, la salida de la procesión oficial que preside la imagen de Jesucristo crucificado.

Durante todo el día, un flujo de fieles cubrió el recorrido tradicional de la procesión aunque sin formar aglomeraciones. El punto final de la peregrinación, la concatedral y ahora también basílica de Santa María, sí congregó a numerosas personas en los alrededores. Los servicios de organización de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Victoria tuvieron mucho trabajo tanto por la mañana como por la tarde para ordenar los accesos al templo.

Solo se permitía la estancia en la iglesia del Casco Vello a 120 personas al mismo tiempo. Debido a ello, las colas se hicieron cada vez más largas para que los creyentes pudieran depositar sus velas en la iglesia y tener unos minutos de oración en su interior.

Desde hace años existe la costumbre entre muchos vigueses de realizar el recorrido de la procesión en momentos anteriores a la salida de la imagen cristiana. Este año, ante la cancelación del acto religioso, la participación en esa procesión alternativa a la oficial creció de una forma nunca antes vista. Desde la cofradía no se quiere fomentar esta costumbre, pero, al mismo tiempo, se ven obligados a tomar medidas de regulación de entrada en el templo, por eso, los accesos a la antigua colegiata estuvieron perfectamente controlados por un grupo de voluntarios de la cofradía.

Sí se pudo celebrar ayer, poco antes del mediodía, la misa solemne de la festividad. Fue oficiada por el obispo de la Diócesis Tui-Vigo, Luis Quinteiro Fiuza. Este acto religioso contó con la participación del Coro Appassionati, la mezzosoprano viguesa Nuria Lorenzo y el organista Jesús Moares.

Desde las siete de la mañana se sucedieron las celebraciones en el interior del templo, siempre respetando los aforos marcados por las autoridades sanitarias.

Se da la circunstancia histórica de que es la primera vez en algo más de doscientos años que la procesión oficial no sale a las calles de Vigo dos años consecutivos. Aunque la imagen del Cristo de la Victoria es anterior, la procesión comenzó a realizarse el 28 de marzo de 1810, justo un año después de la Reconquista de Vigo. Fue concebida como un acto religioso de acción de gracias por la victoria ante los franceses. No se hizo entonces de la misma manera que se desarrolla en la actualidad. Durante los primeros años, en realidad, se realizaban dos procesiones. Por ejemplo, en 1816, cuando se estaba construyendo la actual iglesia y el Cristo se custodiaba en la capilla de la Misericordia, la comitiva religiosa salía a las nueve y media de la mañana por la Falperra hacia el convento de San Francisco, en donde se celebraba una misa solemne con sermón.

Ya por la tarde, a las cuatro, volvía a salir la procesión, en ese caso, hacia el convento de la religiosa que existía en donde hoy está la calle Inés Pérez de Ceta, para volver por la Gamboa hacia la iglesia de la Misericordia, que estuvo situada al inicio de la actual calle Elduayen hasta finales del siglo XIX, cuando fue destruida para abrir esa calle.