Padres de ninis tiranos piden auxilio a los juzgados para internarlos

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Oscar Vázquez

Los jóvenes son agresivos con sus familias y, pese a su merma de la salud mental, se niegan a ir al psiquiatra porque así evitan ser diagnosticados y medicados

14 jul 2021 . Actualizado a las 21:28 h.

Dos o tres familias llegan cada mes a la Oficina de Atención ás Vítimas de Vigo a pedir al juzgado el internamiento involuntario de unos hijos que consideran tiranos, unos ninis que aclaran que ni estudian ni trabajan ni colaboran con las tareas de casa y que imponen sus caprichos de forma agresiva. Sospechan que tienen un problema de salud mental sin diagnosticar pero, según apuntan, desde el ámbito judicial no se puede hacer mucho para remediarlo porque no hay un procedimiento penal abierto previamente para internar al joven cuando ya es adulto. Tras finalizar el estado de alarma por la pandemia, han aflorado más casos, según fuentes judiciales.

Los padres se ven impotentes porque viven una situación insostenible con sus hijos adultos, según fuentes de los juzgados. Estos son unos ninis que se vuelven violentos si no se hace lo que ellos quieren. Los padres sospechan que el vástago, antaño un ser adorable al que le dieron todo, padece una enfermedad mental que lo ha vuelto hostil. No pueden probar que su salud psíquica flaquee porque el hijo se niega a ir a la consulta de un psiquiatra porque dice que él está bien. Por lo tanto, carece de un diagnóstico, lo que impide que reciba la medicación adecuada.

Los padres proponen como solución el internamiento involuntario pero no tienen potestad para hacerlo porque sus hijos son adultos y no están bajo su tutela y tampoco pueden convencerlos porque «no razonan». La Oficina de Atención ás Vítimas deriva a los padres al juzgado de familia o, a veces, al psicólogo judicial.

Mientras tanto, el tiempo pasa y la convivencia en el hogar se vuelve insostenible, según relatan fuentes próximas a la oficina. «Los padres no saben qué hacer. Si les proponen que lo echen de casa replican indignados: '¿Mi hijo en la calle, tirado?'. La solución es que reciban un diagnóstico y lo único que les queda es el internamiento involuntario. Pero luego salen del hospital, dejan de tomar la medicación, se descompensan y les da otro brote. Los hijos ya no beben ni agua de botellas sin cerrar por miedo a que les metan la medicación», relatan fuentes de los juzgados.

Los padres se ven «impotentes». Cuentan que su hijo «tenía de todo, coche, moto, dinero para el cine y salir, pero están obsesionados con hacer daño a los suyos, a quienes más quieren. Las familias lo sufren desde hace años y cada vez va a más, los hijos perdieron el norte y se crecen».

Recientemente, el Sergas abrió una unidad de refuerzo de salud mental por la pandemia en el Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo.

Tras el estado de alarma, consultan más víctimas sexuales y domésticas

Hasta 14.931 personas acudieron a hacer consultas en el primer semestre a la Oficina de Atención a la Ciudadanía y Asistencia a la Víctima, dependiente del Decanato de los Juzgados de Vigo. De estas consultas, 39 fueron realizadas por víctimas de delitos sexuales o de violencia doméstica (agresiones a padres, hijos o hermanos). Quedan excluidas las maltratadas por violencia de género, atendidas en un juzgado especializado. Durante la tercera ola de covid, apenas hubo 5 consultas de víctimas en enero, 3 en febrero, 1 en marzo, 4 en abril y, tras acabar el estado de alarma, se dispararon las visitas en mayo, con 12 casos, y en junio, con 14.

Otras asistencias fueron para la acogida y direccionamiento en la sede, seguida de la información sobre los pleitos, ubicación de los órganos judiciales, aclaraciones de documentos, reparto y localización de procedimientos, estado de tramitación de documentos, solicitud de impresos, comparecencias de justicia gratuita, citaciones y localización de profesionales.

Mientras en enero solo hubo 1.858 consultas, a partir de la supresión del estado de alarma, se dispararon las asistencias. En mayo se alcanzaron las 2.972 consultas y en junio, las 3.264. 

Dos tercios de las asistencias son en persona, otro tercio por teléfono y, de forma testimonial, por escrito o por e-mail.

En junio, la oficina hizo 15 consultas ante organismos oficiales que no eran juzgados, hubo 122 gestiones con juzgados, y 3 gestiones con asociaciones de mujeres. También tienen conocimiento de nueve quejas depositadas en un buzón judicial.