Nadie quiere mediar en las quiebras de familias en Vigo porque cobran poco

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

XOAN CARLOS GIL

Hasta 22 vigueses insolventes buscan librarse de sus deudas cada trimestre

10 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Cada trimestre, 22 personas físicas no empresarias que quieren librarse de sus deudas solicitan el concurso de acreedores a los juzgados de lo civil de Vigo, que ya están saturados. Pocos quieren hacerse cargo de las quiebras de estas familias o consumidores. Algunos morosos, con sueldos de 1.800 euros al mes acumulan 170.000 euros de deudas, tienen todo embargado y son insolventes. Tiraron de tarjeta y de préstamos en Internet y ahora se ven tan desbordados por las deudas que no cumplirían con los pagos ni en dos generaciones. En los juzgados describen su perfil: «Tienen un modo de vida en el que se meten en una dinámica de exceso de gasto, gastan sin control porque los préstamos se conceden sin control, están sobre endeudados y la cosa se desmanda. Pidieron muchos créditos y todos sus bienes han sido embargados, su capacidad económica hizo crac. No es que hayan comprado un coche y luego se fueron al paro, es una actitud de vida porque gastan brutalmente y al final les bloquean las cuentas y no tienen patrimonio porque se lo gastaron todo en consumir», dice un letrado judicial.

La ley de la segunda oportunidad permite a estos morosos insolventes exonerarles de sus deudas, dejarlos limpios y empezar de cero, aunque quedarán sometidos a un control judicial de su administración. Sin embargo, el camino hacia la deuda cero está salpicado de piedras. Ni los mediadores del acuerdo extrajudicial (un requisito previo) ni los juzgados simpatizan con estos pleitos, que unos ven «complicados» y otros «poco rentables».

Los candidatos tienen como primer requisito intentar un acuerdo extrajudicial con los acreedores en una notaría o en un registro mercantil. A veces, se juntan cinco reclamantes entre bancos, prestamistas de créditos rápidos de Internet, hipermercados o grandes almacenes que emiten su propia tarjeta de compras, y Hacienda. Intervienen un notario o registrador y un economista que hace de mediador pero muchos designados eluden estos casos porque los consideran mal remunerados. Además, temen que si aceptan y siguen como administradores concursales, no cobrarán más. Muchos de los 56 economistas del colegio de Pontevedra apuntados en la lista de mediadores de procesos extrajudiciales (que incluyen las quiebras de familias en Vigo) están renunciando porque solo perciben unos honorarios de 80 o 120 euros mientras que los que logran concursos de sociedades y empresarios ganan mucho más.

Si te toma como referencia los honorarios oficiales de un administrador concursal, el mediador del empresario percibe una minuta con un descuento del 50 % y el de la persona física no empresaria (consumidor), con una reducción del 70 %. Si a estos bajos emolumentos se le añade que las cantidades adeudadas por las familias son bajas, lo percibido como porcentaje es mínimo, lo que ahuyenta a los economistas anotados en la lista rotatoria.

Los mediadores que se apuntan a la lista confían en pescar algún buen caso de empresas pero el 80 o el 90 % de lo que entra son quiebras de consumidores que intentan el acuerdo extrajudicial. Como la mayoría de los candidatos renuncia, la notaría o el registrador dan por cumplido el requisito de haber intentado la mediación extrajudicial y el concurso entra en tramitación en los juzgados de primera instancia, que designan a un administrador concursal. Lo difícil es captar voluntarios, pues todos son reacios a trabajar sin cobrar.

A su vez, los juzgados de lo civil están «descontentos» porque la ley les obliga a tramitar los concursos de personas físicas no empresarias, una «carga» porque los ven «complicados» y más propios del área de lo mercantil. «Son una lata, están pensados para grandes empresas, nos desconciertan porque nos los han encasquetado y nos complican el día a día», dice un letrado. Otros colegas comparten su opinión. Saben que hay renuncias para ser administrador concursal «porque no están remunerados» y tiran de la lista de economistas para nombrarlos.

El Colegio de Economistas: «Los honorarios son ridículos, percibes 80 o 120 euros»

El vicedecano del Colegio de Economistas de Pontevedra, con sede en Vigo, Rubén López Paz, confirma la existencia de renuncias en la lista de mediadores que ayudan a los consumidores a solicitar el beneficio de la exoneración de su pasivo insatisfecho. La razón es que saben que una vez que el caso se tramita en el juzgado y son nombrados administradores concursales no pueden cobrar nada y, además, tienen el deber de aceptar y si renuncian pueden ser inhabilitados durante tres años en la materia.

«La renuncia se hace antes de ser administrador concursal, cuando son mediadores. Sabes que no cobras nada o percibes unos honorarios mínimos (una reducción del 70 %) o ridículos para hacer un doble trabajo de mediador y administrador concursal, que tienen el deber de aceptar. La mayoría de los mediadores de la lista del Colegio de Economistas, salvo que sea un caso importante, lo rechazan. Están en la lista porque buscan que sea algo bueno pero el 80 o 90 % del trabajo son concursos de personas físicas o consumidores en los que los mediadores perciben unos honorarios ridículos de 80, 120 o 300 euros. Si aceptas, te obligan a seguir como administrador concursal sin cobrar más por un trabajo que es significativo», dice López. Propone mejorar las retribuciones.