Estudiantes vigueses en Baleares: «Había 2.000 personas en la fiesta, fue una locura; la culpa es nuestra»

e. v. pita VIGO / LA VOZ

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CEDIDA

El único recluido del grupo del Instituto Politécnico de Vigo, Adrián Villaraviz, aplaza su regreso porque en una segunda prueba dio positivo sin carga viral y la aseguradora no le deja marcharse

29 jun 2021 . Actualizado a las 14:03 h.

Los alumnos del Instituto Politécnico de Vigo estaban a la espera de que hoy regresase el último compañero de su excursión de fin de curso que quedó confinado en el hotel Whala!Beach de la playa Arenal en Mallorca tras dar positivo por covid en un brote originado por un macrobotellón hace dos semanas. Iba a volver este martes a Vigo pero ha tenido que aplazar dos días su regreso por orden de la aseguradora de la agencia de viajes.

Tras dar positivo, Adrián Villaraviz, de 18 años, fue trasladado por la Sanidad balear a otro hotel-hospital de Palma, el Palma Bellver, donde pasó once días encerrado en su habitación tras dar positivo en la prueba de antígenos. Ahora está atrapado porque su PCR salió positiva sin carga viral, «lo que significa que no contagio», pero su aseguradora Mapfre le ha dicho que no le buscará un vuelo hasta que dé negativo. «No me cogen el teléfono, tengo miedo a que me den el alta por la noche, me echen del hotel y no tenga donde dormir a causa de esta incertidumbre», afirma. A su mismo hotel están llegando decenas de nuevos jóvenes, muchos de ellos con PCR negativa.

«Salí de fiesta, era consciente de que me jugaba coger el covid, me lo he buscado pero no me merezco cómo se está tramitando el confinamiento, esta no es la mejor manera», se queja. Durante la tarde nadie contestaba a sus llamadas, ni en recepción, ni en el teléfono de Sanidad ni en la aseguradora de la agencia de viajes. «Me trataron superbien, la comida bien, todo perfecto hasta que me hice una nueva PCR el día 26. Quería volar a Vigo el lunes pero ahora ya no sé cuando podré», afirma.

Sus 18 compañeros de Vigo siguen atentamente su confinamiento en Mallorca.  «Se hizo una prueba hace dos días y dio positivo pero sin carga. Le dijeron que le iban a dar el alta pero no le dejan viajar por ser positivo. Y se tiene que quedar allí un par de días más; hasta que dé negativo no le dejan salir. Iba a venir este martes pero el seguro le dijo que no le dejan viajar», cuenta un amigo que ya volvió a Vigo.

Los otros 18 estudiantes vigueses, que cursaban segundo de bachillerato, terminan hoy el confinamiento en sus casas de Vigo tras más de una semana recluidos. La cifra subió de seis a nueve positivos (casi la mitad de la expedición) pero solo un caso fue detectado en Baleares y el resto al hacer una PCR en el Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo. Entre los infectados hay una viguesa que ni fue al macrobotellón.

Nicolás Comesaña, vigués de 19 años, fue al macrobotellón pero dio negativo. Desvela algunas claves de aquella fiesta celebrada durante dos noches en una cala cercana al hotel y al náutico. «Era una locura, fuimos la segunda noche y había 2.000 personas bebiendo y sin máscara. Solo vi un coche de la Policía Local pero no había controles ni nada. No fuimos conscientes, no pensamos en qué podría pasar, nos llevamos un susto, la culpa es nuestra por haber ido a la fiesta y no tomar medidas», relata el joven.

Entre cinco y diez compañeros de su grupo «hablamos con gente del hotel, y muchos ingleses y holandeses». A las seis de la mañana volvieron a la playa, abierta. «Esa noche, en el Arenal estaban los bares abiertos; en Mallorca, nadie se ponía la mascarilla, iban como si no pasase nada». Una chica se quedó en el hotel y, sin embargo, dio positivo: «En una terraza teníamos al lado a un grupo de Elche; de 32, hubo 20 positivos».

Tras saltar la alarma, las autoridades sanitarias hicieron pruebas de antígenos en el hotel balear. «Dio positivo uno de los alumnos y quedó confinado en Mallorca, el resto hicimos la prueba y todos dimos negativo», afirma.

Otra compañera de la excursión de Vigo, de 18 años y que prefiere el anonimato, decidió no ir al macrobotellón. En el hotel se juntaron grupos de Madrid, Valencia o Alicante. Se corrió la voz de una fiesta en las calas más apartadas, en el monte. Ella se olió la tostada y decidió no ir. «Dijeron que había miles de personas, sin distancia ni mascarilla. Lo del brote era lo esperable visto lo visto, yo me preocupé pero no pensé en tantos contagios, de un grupo pasó a otro», cuenta.

Las autoridades fueron al hotel el día 17 por la mañana a hacer pruebas de antígenos. «No llegamos a estar confinados, salvo el chico que dio positivo», dice. Volaron a Oporto esa misma tarde y, al llegar a Vigo, «saltaron otros cinco positivos cuando nos hicieron una PCR en el Cunqueiro. Se lo tomaron bien, se lo esperaban». Todo el grupo pasó una semana de cuarentena «al empezar las vacaciones».

«Me siento atrapado»

El estudiante vigués Adrián Villaraviz, de 18 años, que hoy seguía confinado, asegura que se siente atrapado en la isla balear al no lograr que su agencia o la aseguradora le busque un vuelo y, a la vez, no perder su habitación de hotel. Asegura que «teóricamente, tengo el alta pero no consigo que me den un vuelo». Lleva confinado 12 días a causa del brote originado en un macrobotellón cerca de la playa de Arenal. Otros 18 compañeros de su excursión de fin de curso del Instituto Politécnico de Vigo están saliendo del confinamiento, aunque 9 han dado positivo en covid. Villaraviz dio positivo sin carga vírica y asegura que ya no puede contagiar pero su aseguradora le exige una prueba totalmente negativa para buscarle el billete de vuelta.

«El alta teóricamente me la han dado pero sigo aquí porque no he conseguido el vuelo. Estamos intentando tramitar el vuelo pero se ve que se está complicando la cosa; intentaré quedarme aquí hasta el día del vuelo pero el alta teóricamente ya la tengo», explica el joven. Durante la tarde de ayer y la mañana de hoy cruzó numerosas llamadas con su compañía aseguradora, la agencia, Sanidad y el aeropuerto para que aclaren su situación y le autoricen a volar. Alega que en los vuelos internos por la península no se exige hacer la PCR.

Añade que ayer le llegó un correo electrónico [de la aseguradora] que le requiere presentar una PCR negativa para volar pero «estuve viendo y volví a llamar y me dijeron que no y que llamase al aeropuerto. Llamé y allí me dijeron que para volar a la península no piden PCR, como mucho lo hace la agencia. Por eso, parece ser que me están tramitando otra vez el vuelo de vuelta», indica.

En el mismo hotel ha habido protestas de decenas de estudiantes confinados que dieron negativo y que exigen «libertad» a gritos por las ventanas pero Adrián Villaraviz no lo presenció directamente: «Entiendo su situación pero ayer estuvo tan atareado con el tema de la agencia que me encerré en la habitación y me puse a llamar porque si no esto del regreso se me iba a complicar».