Panorámica de Teis en el siglo XVIII

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

escaneada

La parroquia estaba habitada por unas mil personas dedicadas en su mayoría al cultivo agrícola y pagaban numerosos impuestos

29 jun 2021 . Actualizado a las 01:10 h.

Solo dos, y separadas por 2,5 kilómetros de distancia, eran las tabernas que había en la parroquia de San Salvador de Teis a mediados del siglo XVIII. Lo sabemos por el interrogatorio realizado por el Estado en 1760 para conocer los bienes de cada una de las feligresías de España. Uno de los establecimientos estaba situado en la Calzada y el otro, en el entorno de la iglesia parroquial. Pertenecían a Simón de Montenegro, quien decía que les sacaba un rendimiento anual de 100 reales. Este tipo de encuestas económicas no siempre eran respondidas con la verdad ante el temor de los vecinos a que les cargaran con más impuestos. También entonces en el ámbito geográfico de esta parroquia se vendía tabaco en el estanquillo regido por Pedro González Melgarexo.

Era un territorio incluido en la jurisdicción de Vigo, por lo que pertenecía al señorío del arzobispo de Santiago de Compostela, y estaba habitado por menos de 900 personas, de las cuales, según se especifica, 27 eran pobres de solemnidad. Si judicialmente dependía de Vigo, administrativamente era una de las partes del Concello del Valle de Fragoso, que tenía su punto central en la parroquia de Freixeiro. Al frente de esta parte administrativa había un mayordomo juez pedáneo, que entonces se llamaba Gabriel López. Las reuniones importantes de los vecinos se realizaban en el atrio parroquial, como la relacionada con la contestación al interrogatorio de 1760.

Su territorio estaba limitado geográficamente por varios marcos. Señalan al este el mojón de Pedras Negras en el límite con las parroquias de Chapela y Candeán, pasando por el de Fonte Alta y el río de Arealonga. Tras recorrer todo el borde litoral, el límite con Vigo se situaba en la Punta de la Calzada. Llegaban después los marcos de Foxo de Leiras y Pedra de San Lorenzo, en el límite con Lavadores, para retornar hacia el este por los hitos de Porto Troncal, Centieira y Pedras de Figueiró, limitando con Candeán. Señalan después los marcos de Casa da Vella, Junco Mariño y Pedras Negras.

En la parte dedicada a la agricultura se dice en el cuestionario que había trigo, centeno, maíz y vino, y, en menor medida, lino, menudo, cebada y judías. Las patatas aún no se habían generalizado en la comarca. También había dehesas y montes, tres de ellos de titularidad real, y estaban situados en A Pedrosa y Pugariño.

Todo se medía en ferrados (unos 436 metros cuadrados). Tanto la agricultura como la ganadería eran de subsistencia, siendo los animales más presentes los bueyes, las vacas, los carneros, las ovejas y los cerdos. Se muestra a través de este cuestionario la solidaridad existente entre los vecinos de Teis. Se dice que no había jornaleros por «aiudarse los labradores recíprocamente unos a otros en sus labores sin estipendio ni ynterés». Había entonces en la parroquia siete molinos de agua; dos de ellos estaban en funcionamiento todo el año, mientras que los restantes solo trabajaban ocho meses al año debido al poco caudal que tenían los ríos durante el estío.

En cuanto a los impuestos no ordinarios, los vecinos estaban obligados a pagar el diezmo, la mitad al abad y la otra a un vecino de Valencia, Fernando Ortega y Cortes. Después estaba el derecho de ración, que consistía en el pago al cabildo de Santiago de las quintas partes de lo que producían las tierras. Y también el voto de Santiago, por el que cada vecino que sembrase trigo o maíz debía entregar un ferrado de uno de ellos. Quien tenía vino debía pagar una parte al cabildo. Las viudas y las solteras pagaban la mitad. Pero, no quedaban ahí las cargas de estos teiseiros, como diría el profesor Henrique Costas González. Por pagar, incluso pagaban a un duque madrileño y al hospital de la Venerable Orden Tercera de Madrid.

El número total de viviendas ascendía a 272, pero de ellas, 30 estaban inutilizadas y otras 24 totalmente arruinadas. Había también varias casas de campo pertenecientes a personas que no tenían su residencia habitual en Teis, entre ellas dos presbíteros.