El anillo verde de los pequeños castores de Lavadores

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.Moralejo

El CEIP Valle Inclán reúne mil árboles emulando a la Nobel de la Paz Wangari Maathai, fundadora del Movimiento Cinturón Verde en África

10 jun 2021 . Actualizado a las 01:56 h.

El CEIP Valle Inclán de Vigo, en Lavadores, vuelve a volar muy lejos este curso con sus iniciativas sociales. La primera fue la elaboración de dos mil grullas de papel que terminaron formando parte del memorial situado en un parque de Hiroshima, en Japón. La idea fue la primera que pusieron en marcha desde el Club de Convivencia del centro escolar. Pero al pequeño colegio que solo tiene 70 alumnos, se le dan bien los grandes planes que parten de este proyecto en el que promueven relaciones pacíficas e inclusivas que favorezcan la reducción de conflictos negativos o como explica la profesora Paula Rey, que es la coordinadora del club, «planteamos retos relacionados con el mundo que queremos».

Así, este año los niños, de edades entre los 3 a los 12 años, decidieron hacer algo «para que el coronavirus no se volviera a repetir y para cuidar el medio ambiente».

El 20 noviembre, Día de la Infancia, empezaron a darle vueltas a cuál podría ser el tema y en enero surgió el nombre de la Premio Nobel de la Paz Wangari Maathai, que fundó en África el Movimiento Cinturón Verde. Los chavales abrazaron entusiasmados la sugerencia y ya se pusieron a trabajar. «Nuestros retos siempre están relacionados con temas en los que podamos pedir colaboración de familias, el barrio, amigos, etcétera, para hacerlo más inclusivo y más abierto», cuenta. El plan era juntar un millar de árboles para llevárselos a la Mancomunidad de Montes de Vigo, que como recuerda Rey, representa a las catorce comunidades que hay en la ciudad. Como Wangari Maathai empezó en su vivero, ellos querían hacer lo mismo. Así, el colegio empezó a llenarse de árboles y semillas que entre todos iban aportando y cuidando desde hace seis meses. Al que llamaron Reto Cinto Verde se le puso como plazo el 5 de junio, Día del Medio Ambiente y no solo se logró, sino que lo superaron con creces. En total juntaron 1.166 ejemplares que han llegado de todas partes, de las familias, empresas de jardinería, viveros, la casa de los abuelos...

A lo largo de esos seis meses tuvo lugar lo más importante, ya que no se trataba solo de acumular árboles. Una vez que llegaban, había que tratar de que se mantuviesen saludables y por eso crearon una «enfermería verde» para los que necesitaban, «desde podas a riegos o enraizantes», a otra zona para los más delicados, una uci para los que estaban más débiles.

M.MORALEJO

Los niños hacían su voluntariado en los recreos, y por turnos por el coronavirus. Participaron todos. Los del Club de Convivencia, dos de cada clase, con sus ayudantes, cada uno con su cometido asignado. «Fue un reto difícil porque cuidar un ser vivo no es tan fácil», reconoce, sobre todo comparándolo con el reto anterior, ya que las grullas de papel no requerían tanto esfuerzo, además de que tampoco era tan complicado numerarlas y guardarlas. «Con las plantas podías hacer lo mismo, pero a lo mejor al día siguiente había que restar porque alguna se iba para la enfermería», explica.

El patio del Valle Inclán se transformó en ese desierto creciente que Wangari Maathai veía en África, razón por la cual inició su revolución. La pista de tierra del colegio, de tierra y arena, fue el lugar donde los alumnos quisieron llevar los árboles para plantarlos allí y que poco a poco se fuese transformando en una fraga que lleva el nombre de la activista keniana, junto a una charca que también hicieron para recrear otro ecosistema con anfibios. La segunda parte del plan es que de esos más de mil cien árboles, los que sirvan para ser replantados se los llevarán los comuneros a los montes de Vigo. «Se hará en otoño, porque ahora no es la época de plantar», explica. El resto se donarán a particulares que se comprometan a cuidarlos, en un mercadillo en que aceptarán aportaciones económicas para enviar a la oenegé que Maathai creó. El mercadillo se celebrará coincidiendo con el fin de curso, dentro de un par de semanas.

M.Moralejo