Ana Molés: «El aire del aeropuerto de Peinador es mejor que el de la calle»

Carlos Punzón
carlos punzón VIGO / LA VOZ

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M.MORALEJO

Cree que el AVE incentivará los viajes en el sur de Galicia y que de ello se beneficiará el tráfico aéreo de Vigo

08 jun 2021 . Actualizado a las 02:06 h.

Ana Molés es directora del aeropuerto de Vigo porque a su padre le gusta el ciclismo. Dos mundos que nada tienen que ver, pero que en su cabeza confluyeron de niña cuando la familia iba a la terminal aérea de Valencia a esperar el regreso del progenitor tras un mes fuera de casa haciendo de árbitro de la Vuelta a España. «Ver aquellos aviones y el coche amarillo por la pista provocaron un clic en mi cabeza ¡y aquí estoy!». El contraste de magnitudes y actividad entre el aeropuerto de Manises y las de su pueblo, Alquerías del Niño Perdido (Castellón), le generaron la necesidad de ver mundo y para eso nada más efectivo que la aviación. El propio aeropuerto de Valencia, Ibiza, Santander, Barajas, El Prat, Sabadell y, desde hace casi cuatro años, Vigo conforman desde entonces su hoja de ruta profesional, que empezó antes en Madrid para cursar Ingeniería Técnica Aeronáutica en su especialidad de aeropuertos, lo que completaría con Márketing y Técnicas de Mercado. «Sufrí mucho al llegar a Madrid para estudiar. Soy de pueblo pequeño en el que no había ni semáforos», rememora ejemplarizando el contraste y la morriña que le generaba su nueva situación en la que estaba sola y a 400 kilómetros del nido.

«Soy muy operativa, rápida», se define, características que dice le han venido muy bien para cambiar de la noche a la mañana a causa del covid el funcionamiento y protocolos del aeropuerto de Vigo para reorganizar el trabajo de las 80 personas que trabajan en Aena y las más de 400 que viven de forma directa de la actividad de la pista viguesa. «El aire de la terminal de Peinador es mejor que el de la calle, que el de cualquier ciudad», apunta como logro del plan de ventilación y filtrado puestos en marcha en el edificio principal del aeropuerto para evitar posibles contagios por coronavirus.

Admite Ana Molés que un director de aeropuerto no ejerce el poder fáctico en su plaza de antaño, el que buscaba influir en las instituciones para llevar a cabo obras, abrir nuevos vuelos o tentar a aerolíneas para que probaran el asfalto de sus pistas. «Ahora hay una dirección de márketing y estudio de mercado en la empresa que se dedica a analizar posibles rutas y plantearlas. Nosotros hacemos encuestas, hablamos con compañías, proponemos... Un director de aeropuerto ahora es un gestor», resume.

Desde esa condición le tocó dirigir el cambio del sistema de navegación con baja visibilidad (ILS) en Peinador al poco de llegar al puesto en el 2017. Es la herramienta clave del aeropuerto, remarca, y la fundamental para que la terminal viguesa diese un salto definitivo y solo el viento cruzado sobre la pista puede ser ahora un impedimento para aterrizar.

«El pasajero de Vigo es muy exigente, pedían sala VIP, y ya está; querían más carritos para las maletas, y también los tienen, y, por supuesto, más rutas, pero eso no depende de nosotros». Y sobre el transporte público hasta el aeropuerto asegura que está en ello, pero considera complejo planificarlo en una ciudad y un área tan dispersa.

Las primeras incursiones por Galicia le han llevado a concluir que «hay que planificar muy bien las nuevas infraestructuras, porque esto es precioso, singular, y no se puede destrozarlo llenándolo de cemento», recomienda pese a ser ingeniera.

Pero si una infraestructura está a punto de cambiar en Galicia las reglas del juego de las comunicaciones esa es el AVE, justo en un momento en el que Europa empieza a ver con recelo ecológico los vuelos cortos. «Galicia va a estar a más de 2 horas y media de tren por lo que nuestros vuelos no entrarían ahí», dice sonriendo. Eso sí, admite que el tren rápido generará un impacto inicial en el tráfico aéreo de Vigo y los demás aeropuertos gallegos, «pero lo que hará en definitiva es generar más movimiento, fomentar los viajes. Habrá más movilidad y eso acabará teniendo una consecuencia positiva en el avión». 

Incertidumbre aérea

«Ahora mismo no sé dónde está el millón de pasajeros que tuvo Peinador el año antes del covid, pero es que la pandemia ha sumido a todo el sector en una gran incertidumbre que aún persiste. Hay que ir mes a mes, porque así lo están haciendo las aerolíneas, probando», aconseja siguiendo la filosofía cholística de partido a partido, que ha hecho suya como gran aficionada al balón, y más este año que el Villareal, su equipo, se ha convertido en uno de los grandes de Europa.

Molés se asoma a las redes sociales poco pero lo hace para mojarse por la infancia. En su perfil se presenta como «mamá». Pronto lo será de nuevo, por tercera vez, y piensa en alto: «Soy muy afortunada con mi familia», dice al tiempo que se confiesa satisfecha con el aprovechamiento de las oportunidades que le pusieron delante la vida y sus padres, agricultor él y enfermera ella. «Muchos no saben lo que es el bienestar. Duele ver que mucha gente no lo tiene fácil y eso hay que recordarlo», remata, pese a su reflexión, con el optimismo en forma de sonrisa en la cara.

Album familiar

EN DETALLE

Primer trabajo

En Ineco (empresa pública de consultoría en ingeniería), en una asistencia técnica en los servicios centrales de Aena.

Viaje especial

Por toda Argentina durante tres semanas, o a Roma estando embarazada o a Budapest. Y cuando nos hemos podido movernos en estos meses, recorriendo Galicia. Así da gusto no salir de aquí.