¿En qué modelo de ciudad queremos vivir?

VIGO CIUDAD

Manoel Santos

Unas jornadas desarrolladas en Vigo tratan de recoger la opinión de la población para que se tenga en cuenta

30 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Con la falta que nos hacen las buenas noticias para nuestro sufrido medio ambiente urbano es una alegría celebrar el nacimiento de Mulleres Bicivisíbeis en Vigo, puesta en marcha por Greenpeace dentro de las actividades de la plataforma Vigo Ciclábel. Se trata de reivindicar con un muy pertinente enfoque de género la mayoría de edad de la bicicleta en la ciudad como un medio de transporte sano, ecológico y económico, más allá de su uso recreativo. Esta visión ecofeminista de la bici tiene mucho calado argumental.

 Si el acoso que sufre un ciclista en la ciudad es notable añádanle el componente machista cuando se trata de una ciclista. Los insultos, amagos (y no solo amagos) de darle una palmadita en el culo desde el coche, adelantarlas a escasos centímetros o ponerse detrás de ellas con el coche, también a unos centímetros y pitando desaforadamente, aumentan de forma exponencial cuando es una mujer quien va en la bicicleta.

 Todo ello se traduce en que, siendo más de la mitad de la población y las que más utilizan el transporte público, apenas un 20% de mujeres con respecto a los hombres se animan, o podríamos decir que se atreven, a usar la bici en las ciudades. Muchas de ellas terminan desistiendo al cabo de un tiempo y de esto Vigo no es ninguna excepción.

 La semana pasada se ponía en marcha en Castrelos la campaña de Mulleres Bicivisíbeis con un taller práctico para aprender a montar en bicicleta, en el que participó la primera docena de nuevas ciclousuarias. El programa era intenso y divertido: desde como enfrentarte por primera vez a la bici, el equilibrio, la coordinación, caminar con la bici, las medidas básicas de seguridad propias y frente al tráfico motorizado e incluso caerse con elegancia (y levantarse y volver a intentarlo). Hagan memoria, si ustedes saben andar en bici, y recuerden aquella primera sensación de vértigo al subirse por primera vez, de forma torpe e insegura al principio, y la felicidad cuando por fin conseguían dominar la técnica. En ese momento te sentías libre, independiente poderoso y feliz.

 A veces una simple frase lo resume todo y cuando el pasado jueves charlábamos con Begoña Vila (una de las responsables de esta maravillosa iniciativa) y nos decía: «algunas de ellas nunca se habían subido a una bici, y salieron de allí pedaleando», pues que quieren que les diga, con todo lo que implica es imposible no emocionarse ante este precioso proyecto.

 Reconquista

 Mujeres empoderadas en bicicleta reconquistando Vigo, y que sean cada vez más. El futuro en buena medida pasa por ahí. Mulleres Bicivisíbeis estaban también en las jornadas Reinventar Vigo, que todavía continúan. Organizadas por la plataforma Vigo Ciclábel, agrupa a muchas organizaciones ciudadanas para reflexionar sobre la movilidad urbana y el espacio público en la ciudad tras el covid. En el fondo se trata de buscar una respuesta participada y colectiva a una pregunta que nunca nos hicieron: ¿En qué modelo de ciudad quieres vivir?

 La inmensa mayoría de la ciudadanía viguesa no somos especialistas en urbanismo y ordenación territorial, pero cada persona es quien mejor sabe como le gustaría que fuera la ciudad en la que vive. Podríamos pensar que eso se traduce en que nos saldrían 300.000 tipos posibles de ciudades diferentes, pero al final se resume en dos modelos: una ciudad diseñada y pensada para las personas y no al servicio de los coches, que sea accesible, descentralizada, inclusiva, caminable, verde (de verdad) y feminista también… u otro tipo de ciudad.

 Como tampoco nadie en el gobierno local nos permitió participar en ese diseño, que se traducirá en el nuevo PXOM (a menos que piensen que votar un día cada cuatro años es donde empieza y termina la democracia y la participación pública), abordaremos en otra entrega las conclusiones de las jornadas, por si alguien tuviese a bien aceptar las sugerencias y diseñar participativamente la ciudad en la que queremos vivir entre todos y todas, lo que viene siendo horizontalizar la democracia, que en el fondo quizás solo se trata de eso.