La política local, y sus resultados, tienen mucho que ver con la apuesta de cada partido y, sobre todo, con el perfil y la personalidad de cada candidato. Como muestra, el botón de Vigo, donde el PSOE logra con Abel Caballero más del doble de votos que los que consigue el partido en las autonómicas. Y este es un elemento a tener muy en cuenta en dos casos: las mareas, que se han quedado sin referentes en la escena local, y el PP, que tiene pendiente de renovar buena parte de sus cabezas de lista.
El revés electoral del 2019 dejó a la izquierda alternativa huérfana de referentes locales, pues sus principales activos, como Xulio Ferreiro y Martiño Noriega, abandonaron la primera línea política y sus sustitutas, María García y Marta Lois, son unas grandes desconocidas (sus índices de popularidad oscilan entre el 20 y 36 %, respectivamente, en el estudio de Sondaxe). De los exalcaldes de las mareas solo sigue en activo -aunque en la oposición- el ferrolano Jorge Suárez, pero su peso sigue menguando.
A este hándicap se suma el hecho de que el rupturismo también se ha quedado sin referentes en la escena gallega, una vez que ha desaparecido del Parlamento gallego y que Beiras, esta vez sí, se ha retirado de escena.
En cuanto al PP, tiene pendientes de renovar buena parte de sus liderazgos urbanos. La promoción de Elena Muñoz y Jesús Vázquez al Senado fue interpretada como una señal para buscar cabezas de lista más competitivos en Vigo y Ourense, tarea que también se dejará notar en A Coruña. Los datos solo avalan una reedición de la candidatura de José Manuel Rey Varela en Ferrol (donde ya fue alcalde), y está por ver qué ocurrirá en Pontevedra, Lugo y Santiago.