Félix Fernández y María del Carmen Martínez aprovecharon ayer la aparición del sol para acercarse hasta el Liceo Marítimo de Bouzas y dar un paseo por la ría acompañados de sus nietos. Envidia de plan. «Bueno, mujer, no es para tanto», respondía con humildad Félix subido a la proa de su embarcación. Él y su mujer llevan más de diez años atracando en la dársena del club. Su intención era navegar un rato hacia el interior de la ría, donde no apretase el viento: «En otras ocasiones claro que navegamos hasta las Cíes o Cabo Home».
A su lado, otros usuarios del puerto de Bouzas preparaban sus salidas. «Con la reapertura de las fronteras, estoy seguro de que la semana que viene la ría estará llena. Además, el tiempo es prometedor», señalaba Alfredo Villaverde estropajo en mano, sacando brillo al casco de su velero. Prevé una escapada con su pareja y otros dos matrimonios para celebrar su 40 cumpleaños. «Cuando regresemos, tendremos que volver a ponernos la mascarilla», decía por la sensación de libertad que imprime navegar.