El Supremo condena a un abogado de Vigo a pagar 261.000 euros porque no tramitó las secuelas de un accidente de tráfico

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Imagen de archivo del Tribunal Supremo
Imagen de archivo del Tribunal Supremo Europa Press

El siniestro se produjo en 1999, cuando falleció el marido de la cliente y una ocupante de otro vehículo

20 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El Tribunal Supremo ha condenado en firme a un abogado de Vigo y le ordena que pague 261.657 euros a una clienta a la que no tramitó a tiempo una demanda para reclamar una indemnización por las secuelas sufridas en un accidente de tráfico en la AP-9 el 6 de noviembre de 1999, en el que murió su marido y la usuaria de otro coche. Se considera un caso de negligencia profesional porque al agotarse el plazo, la víctima no cobró nada del seguro. El letrado trabajaba para la aseguradora Mapfre, era experto en pleitos de accidentes de tráfico, gozaba de un gran prestigio en Vigo y ya está jubilado. Deberá asumir él todo el coste.

Los hechos se remontan a 1999. Un matrimonio vigués, ambos de 54 años, circulaban en un Citroën BX hacia Santiago por la autopista AP-9 cuando, a la altura de Valga, cayó sobre su coche un Peugeot 309 conducido por una joven pontevedresa que saltó la mediana. El marido murió en el acto y la esposa sobrevivió con lesiones muy importantes y que, tras un largo proceso de operaciones y recuperación, le quedaron graves secuelas. Una ocupante del Peugeot también falleció en el accidente. Nadie podía sospechar que el pleito se iba a demorar 22 años.

Tras el siniestro, la compañía pagó a los hijos y a la viuda la indemnización por el fallecimiento del conductor pero no así la compensación por las graves lesiones de ella ni las secuelas. El abogado de la aseguradora se hizo cargo de tramitar la petición de la viuda por daños y perjuicios. La lesionada se encontraba muy mal de salud, obtuvo la incapacidad permanente absoluta y eran los hijos quienes atendían sus asuntos. Pero, pasados 14 años, el letrado no había planteado ninguna demanda a la compañía del otro vehículo y la acción contra la aseguradora prescribió sin que la lesionada cobrase nada. Según fuentes cercanas al caso, «la madre quedó muy mal y el abogado los tuvo engañados durante años, les dio largas diciéndoles que era un retraso en el juzgado, así año tras año hasta que los hijos constataron que no había nada presentado. Y era una demanda que estaba a todas luces ganada pero ya había pasado demasiado tiempo». Nunca dio una explicación de porqué había actuado así. Llevaba casos de tráfico de forma habitual y se dedicaba solo a esa especialidad.

Demanda al abogado

La familia demandó al abogado para exigirle una responsabilidad civil. Los errores profesionales de los abogados están cubiertos por un seguro de responsabilidad civil de su colegio pero el letrado no tenía dicha salvaguarda porque trabajaba para la aseguradora. La familia solo puede pedir ejecutar la sentencia contra él.

Según las sentencias previas, el abogado dejó transcurrir el plazo de un año para el ejercicio de la acción de responsabilidad civil extracontractual sin interponer demanda ni otra reclamación. El letrado alegó que la acción por un ilícito penal no estaba prescrita y que era necesario actualizar y evaluar las secuelas sufridas por la lesionada, que se habían agravado. Pero la jueza de Primera Instancia número 2 de Vigo replicó que en el 2001 las secuelas estaban estabilizadas. El abogado apeló sin éxito en la Audiencia.