Sanción máxima de 30.000 euros por abrir una discoteca con licencia de bar

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

XOAN CARLOS GIL

El empresario no hizo caso de las órdenes de paralización del Concello de Vigo

18 may 2021 . Actualizado a las 22:38 h.

Un empresario de la noche de Vigo deberá pagar una multa de 30.050 euros por abrir durante años una discoteca afterhours con la licencia de una cafetería en el número 10 de la calle Alfonso XIII y desoír las órdenes de paralización dictadas por la Gerencia de Urbanismo.

El Concello le ha impuesto la sanción máxima prevista en la normativa municipal, que parte desde los 300 euros. Los instructores del expediente calificaron como «una conducta grave de resistencia» la actitud del denunciado de no hacer caso a las órdenes de paralización de la actividad.

Los agentes de la Policía Local acudieron hasta 14 veces para levantar actas de inspección tras las llamadas de los vecinos afectados por las molestias que generaba la actividad.

El Concello le abrió un expediente sancionador por la actividad que venía realizando antes de la pandemia. La primera orden de cese definitivo data de julio de 2018. El último parte policial en el que se comprueba que continúa incumpliendo es de febrero del año pasado. La Gerencia de Urbanismo ordenó entonces el precintado del local.

El motivo del expediente es «el ejercicio de discoteca sin disponer del preceptivo título habilitante de naturaleza urbanística». Los inspectores municipales consideraron además probados los incumplimientos en relación al horario, las normas de aforo y el volumen de la música, de acuerdo con las 13 actas de inspección que fueron realizadas por la Policía Local. Según los partes policiales, la actividad que se desarrollaba en el local era la de una discoteca. Los agentes indicaban en sus informes la existencia de un espacio como pista de baile. Carecía de sillas y mesas y solo servía bebidas alcohólicas.

El local Keisha se publicitaba en varios medios como un After pub con horario de apertura de seis de la mañana hasta las dos de la tarde de jueves a domingos. La fiesta continuaba en este establecimiento cuando el resto de las discotecas ya habían cerrado. «La referida actividad está sujeta al deber de obtener el título habilitante urbanístico y a respetar el contenido del mismo y de la documentación en la que se ampara», expresa el informe de Urbanismo.

Los técnicos municipales han constatado que existe una licencia de funcionamiento que data de mayo de 2011 para la actividad de café bar sin música. Con posterioridad, el propietario del Keisha presentó una comunicación previa de cambio de titularidad de la licencia de puesta en funcionamiento.

El Concello recuerda que quien ejerza la titularidad de las actividades debe garantizar que sus establecimientos mantengan las mismas condiciones que tenían cuando estas fueron iniciadas, cosa que no se hizo.

Cambio de permiso

Según el expediente sancionador, la apertura de la discoteca requería de la tramitación de una nueva licencia, «porque se trataría dunha nova actividade con novas condicions materiais, distinta á orixinalmente autorizada, aínda no caso de que coincida a tipoloxía coa orixinal».

El Concello considera que la infracción tuvo trascendencia social. Los vecinos denunciaron en innumerables ocasiones la actividad irregular que se estaba desarrollando en el establecimiento y que perturbaba su derecho al descanso por el ruido y el ambiente que se generaba en la calle.

El empresario denunciado ya fue expedientado por incumplimientos en otro establecimiento en la calle Uruguay, 18, conocido como Matinee. También fue objeto de una denuncia de protección de la legalidad urbanística porque la actividad se desarrollaba sin la preceptiva licencia municipal y fue denunciada por los vecinos.