Ya se puede ir a 30 por Vigo... pero te pitan

María Jesús Fuente Decimavilla
maría j. fuente VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Oscar Vázquez

Muchas calles ya tenían límite de velocidad. Otra cosa es que se cumpla

12 may 2021 . Actualizado a las 22:05 h.

Las nuevas limitaciones de velocidad para los cascos urbanos puestas en marcha ayer son aceptadas de forma desigual por los conductores vigueses. Un tanteo realizado por este medio desvela que unos se saltan las normas a la torera y otros optan por dar rienda suelta a su impaciencia. Pese a que la ciudad ya tiene experiencia con las limitaciones en 176 calles, circular a 30 kilómetros por hora nos hizo merecedores de pitadas en la avenida de las Camelias (sentido al centro) y Pi y Margall. En otros casos, como Torrecedeira, los conductores más intranquilos adelantaron sin más saltándose la limitación.

Tampoco respetan el límite de velocidad muchos de los vehículos que circulan por el monte de O Castro. Ni siquiera tienen en cuenta los 30 kilómetros por hora que marcan las señales antiguas, considerados, excesivos por usuarios y vecinos. El hecho de que se trate de una de las escasas zonas verdes de la ciudad y de que sea muy frecuentado por niños hacen que esta situación se vuelva más peligrosa. En opinión de los vecinos del Casco Vello y entorno, «había que actuar para que fuese un poco más parque y menos autopista, llegar a un equilibrio. No es igual Marqués de Alcedo, que es más ancha y tiene aceras, que subiendo hacia el conservatorio, que ya es el parque como tal», comenta Fiz Axeitos, secretario de la asociación vecinal del barrio antiguo.

Curiosamente se respeta más la velocidad en el otro parque de la ciudad, Castrelos, pese a estar fijado el límite a 20, diez menos que en el anterior.

Donde también se conduce con bastante prudencia es por la calle Barcelona y el resto del entorno de Povisa, todas ellas consideradas Zona 30 desde su humanización.

En otros viales, como Sanjurjo Badía, todavía continuaban ayer las señalizaciones de 40, pese a corresponderle diez menos.

En opinión de Alberto Bugallo, presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas, «el hecho de que algunas veces nos encontremos con conductores que pitan o que no respetan no tiene que ver con el espíritu de la norma, sino que atiende a estrés y prisas, que son actitudes de riesgo y que hay que sacar de la conducción para ser responsables».

Cree que la mayor parte de los conductores cumplen con la normativa destinada a calmar el tráfico en la ciudad. «Nos parece una medida adecuada y a los que les moleste que piensen en sus hijos y en las personas mayores». Cree que es un tema de educación vial. «Tenemos que ser educados en esto, como en otros ámbitos. Hay que cambiar la mentalidad y se está haciendo, ha mejorado», apunta. En eso hacen también hincapié las autoescuelas.

 Normativa

El Concello presentó ayer el nuevo mapa de circulación que se puede ver en la web. Por norma general sigue las indicaciones de la Dirección General de Tráfico de 20 kilómetros por hora para calles con plataforma única (acera y calzada al mismo nivel), 30 para las que tienen un carril por sentido y 50 para las que cuentan con dos o más carriles por sentido.

La mayoría de las calles de la ciudad quedan a 30 kilómetros por hora al dominar las de un carril por sentido de circulación. Este límite se elevará a 40 en las vías que se consideran arterias principales o que conectan el casco urbano con las parroquias. Es el caso de Estrada Venda y calle Seixo, en Beade; Monte Calvario o Xestoso, en Bembrive, o la Avenida Atlántida.

En el límite de 20 están la calles de los cascos antiguos del centro y Bouzas, Isabel II, Manuel Núñez, Pablo Morillo y Ronda de Don Bosco. Como excepción se incluyen en este apartado algunas calles que pese a no tener plataforma única, también priorizan a los peatones y permiten zonas de juego en la calzada, como la plaza de la Miñoca, la Alameda Suárez Llanos o la plaza de la Independencia.

Una de las excepciones más llamativas afecta a Gran Vía en el tramo entre la plaza de España y Urzaiz, donde habrá que circular a 30, pese a tener dos carriles. Lo mismo sucederá en Cervantes y Vía Norte. El límite queda a 40 en vías próximas a centros escolares, como la avenida de Samil, la de Balaídos y una parte de Buenos Aires. Arquitecto Palacios y Clara Campoamor (entre el parque tecnológico y el campus) se mantienen a 70.