Cuarenta años para concluir la calle del Marqués de Valladares

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Arquivo Pacheco

La falta de acuerdos con los propietarios de los terrenos provocó un enorme retraso en la apertura del nuevo vial

10 may 2021 . Actualizado a las 13:07 h.

El 2 de enero de 1926 se dispararon trescientas bombas de palenque en tres distintos momentos del día para celebrar que, más de cuarenta años después de su inicio, se concluía la calle dedicada al Marqués de Valladares. Este descomunal retraso fue debido a los problemas surgidos con los propietarios de las tierras situadas en el tramo entre Velázquez Moreno y la calle de Colón.

Tras el derribo de las murallas que encerraban el núcleo original de la ciudad, se inició una expansión urbanística hacia el este en lo que conocemos con el ensanche. En abril de 1880, una Real Orden autorizaba al gobierno de Vigo a abrir tres calles transversales y una longitudinal «destinadas a enlazar la calle de Victoria y Arenal, inmediatas a los muelles de carga y descarga de mercancías con la estación de ferrocarril, Puerta del Sol y Camino de Circunvalación». Conseguida la autorización, el Concello de Vigo aprobó un empréstito de un millón de pesetas representado por dos mil acciones de 500 pesetas cada una. Se decía que el interés no podría superar el 6 % y se daba un plazo de pago de quince años.

La aludida calle longitudinal sería nominada como Marqués de Valladares porque el titular de entonces de esta casa nobiliaria había dado muchas facilidades para vender unos terrenos importantes en el arranque de la calle desde Carral. Esta venta no solo había permitido abrir la calle sino también construir el que más tarde se llamaría Teatro Rosalía de Castro, destruido en febrero de 1910.

El avance de la calle fue laborioso debido a las continuas complicaciones con los propietarios de las fincas. Incluso, en 1907, la Asociación de Arquitectos denunció al Concello de Vigo porque los planos de urbanización estaban firmados por Jenaro de la Fuente Domínguez, que, a pesar de haber levantado la mayor parte de los edificios del ensanche, no tenía el título de arquitecto.

En 1909, el Concello de Vigo llegó a un acuerdo con el conde de Torre Cedeira para adquirir por 53.000 pesetas una serie de fincas en la zona y continuar avanzado por la calle.

Cuatro años más tarde comienza a abrirse la calle de la Reconquista, donde se planea la construcción del edificio de Correos. Sin embargo, la paralización es total en Marqués de Valladares, que se ha detenido al cruzarse con la calle de Velázquez Moreno. En ese mismo año de 1909, el alcalde Miguel Fernández Lema llegó a un acuerdo a tres bandas para solucionar el asunto. El principal escollo era la negativa de Hijos de J. Barreras a abandonar el espacio entre Marqués de Valladares y Colón que usaban para sus talleres. El alcalde, según una carta publicada el 26 de noviembre de 1925 en El Pueblo, había conseguido que Barreras se trasladase a unos terrenos detrás de la calle Victoria mientras no acabasen de construir las instalaciones de Coia. El Ayuntamiento pagaría el traslado de todo el material, dejando libres los terrenos para abrir Marqués de Valladares y ensanchar Colón en la parte más cercana a la Alameda. Aunque hubo acuerdo, el cambio en la alcaldía paralizó la operación.

Al comienzo de la calle [las calles comienzan por el lado más próximo a la casa consistorial] hubo durante varios años un viaducto similar que hoy en día existe en la calle del Progreso. Por debajo iba la calle de los Caños. A través de dos paso subterráneos se podía pasar desde la calle Policarpo Sanz hasta la Alameda. Este recorrido, que desemboca en un callejón de la calle Victoria, es utilizado hoy en día por una compañía eléctrica en su primer tramo.

Los problemas de Marqués de Valladares empezaron a superarse a finales de 1925. El último obstáculo se evaporó cuando Hijos de J. Barreras trasladó definitivamente sus instalaciones a Coia. La intención del Ayuntamiento era continuar la calle hasta Serafín Avendaño. Sin embargo, ese sería otro largo serial, pero ya con el título Rosalía de Castro.