Emotivo pasillo de despedida en un hospital de Vigo a una mujer ingresada 380 días

VIGO CIUDAD

Vithas

La abulense María José Guerrero abandonó hoy el centro donde fue sometida a recuperación tras un infarto cerebral que no tuvo rehabilitación en Castilla y León por el covid

30 abr 2021 . Actualizado a las 17:57 h.

 María José Guerrero, tratada en Vigo de un ictus desde abril del año pasado, recibió hoy el alta tras 380 días ingresada en el hospital Vithas Fátima de Vigo. Un emotivo pasillo formado por personal médico, sanitario y administrativo del centro aplaudió la marcha de la abulense, visiblemente emocionada en la que fue su segunda salida del centro tras la realizada el pasado sábado para ver el mar. La paciente avanzó por su propio pie apoyada en un bastón por el vestíbulo del hospital hasta alcanzar la calle acompañada por los aplausos y el reconocimiento a su esfuerzo por gran parte de los profesionales que la han atendido a lo largo del último año.

Entró en el hospital sin movilidad y sin articular palabra y salió hoy diciendo adiós y pudiendo saludar. Su familia consiguió en abril del 2020 derivarla a Vigo después de que ningún hospital de Castilla y León se hiciera cargo de su rehabilitación alegando estar centrando todo su esfuerzo en la lucha contra el covid. Tras poner en marcha una campaña en redes sociales adujeron acogerse al real decreto de declaración del estado de alarma para exigir que dado que no recibía ayuda en centro público alguno, pudiera ser atendida en una privado costeado por las arcas autonómicas de su comunidad. Su caso ha servido para que pacientes con otras dolencias en una situación similar fuesen también derivados a hospitales privados.

María José Guerrero, de 53 años, sufrió tres aneurismas graves cuando se encontraba reformando el hotel rural que regenta en Gredos con su marido. Los servicios sociales del hospital de Salamanca donde estaba siendo atendida conminaron a ingresarla en una residencia tras recibir el alta médica, pero su familia no se rindió. Su marido, Luis Martín, idea ya la repetición de su boda en Vigo cuando se supere la pandemia, para agradecer el trato recibido durante su estancia en la ciudad.