La conversión de Vulcano en área logística obligaría a otro relleno masivo en la ría

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera VIGO / LA VOZ

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El aterramiento mínimo para lograr calado para buques portacontenedores sería de 80.000 metros

19 abr 2021 . Actualizado a las 21:18 h.

Convertir el astillero San Enrique en plataforma logística que sea operativa supondría realizar un nuevo relleno en la ría de 80.000 metros cuadrados como mínimo. Es la superficie de lámina de agua que habría que aterrar en las actuales instalaciones para prolongar el actual muelle de Guixar y la terminal de Termavi para poder acoger buques cargados de contenedores. Si el plan de relleno abarcase no solo a la antigua Vulcano sino que llegase para lindar con la marina deportiva de A Guía, la superficie aterrada alcanzaría los 250.000 metros cuadrados.

Según los datos oficiales del Puerto de Vigo, el calado del actual muelle del astillero de Teis tiene entre dos y cuatro metros de profundidad. Son insuficientes para que puedan atracar barcos portacontenedores sin que encalle en el fondo y las rocas como ocurrió recientemente en el Canal de Suez. Para atracar uno de estos grandes buques cargados de mercancías en contenedores se necesitan como mínimo de 9 a 12 metros de profundidad a pie de muelle. Depende del tamaño del barco y el volumen de la carga que lleve, señalan fuentes de la marina mercante y del propio puerto.

Aún en las mejores circunstancias, cuando se producen mareas vivas, el nivel del agua puede ascender y proporcionar un calado que alcanza como mucho 8,5 metros de altura en el muelle de la factoría naval que durante un siglo fue Vulcano y ahora ha sido rebautizada como San Enrique.

El relleno que cubriese la lámina de agua del astillero tendría que igualar los bordes del cantil de la actual plataforma de Termavi. Esto es imprescindible para que las grúas se puedan desplazar por los caminos de rodadura, según señalan fuentes de los gruistas.

La actual terminal Termavi tiene 180.000 metros cuadrados y en el pasado mes de febrero se movieron en ella 24.408 contenedores llenos.

Si ahora se produjese un nuevo relleno en Vulcano se alterarían las corrientes y se perjudicaría el banco marisqueros que está situado en los alrededores de A Guía y que actualmente es cultivado por la cofradía de pescadores de Vigo. Es un lugar rico en almejas.

Los trabajadores del astillero San Enrique han pedido una entrevista al alcalde de Vigo, Abel Caballero, para hablar de estos temas y del futuro del astillero. Pero por ahora el regidor no les ha convocado, según Francisco Guizán. El alcalde asegura que aún no sabe lo que el puerto quiere hacer.

El puerto tiene que tomar la decisión de si recupera la concesión o se la deja de forma provisional hasta el año 2027 a la empresa Marina Meridional de Alberto Barreras. El empresario ya ha invertido 11 millones de euros.

La Asociación de Vecinos de Teis defiende el mantenimiento de la construcción naval en la factoría. Los dirigentes vecinales se entrevistaron con los trabajadores para respaldarles. «Non podemos permitir que desapareza este estaleiro pois estamos a falar do emprego e do futuro para moitos veciños de Teis e de Vigo», señalan desde la asociación. La entidad vecinal pide a la Autoridad Portuaria que conceda una nueva concesión a astilleros San Enrique que les permita tener seguridad jurídica y crear empleo «tan necesario en Vigo e a sua bisbarra. A cidade necesita un sector naval en funcionamiento. Vigo non va a vivir das luces do Nadal o ou de Camiño de Santiago».

El consejo de administración del Puerto tendrá que tomar decisiones a final de mes.

Nunca más

El alcalde de Vigo, Abel Caballero, ha manifestado que no está dispuesto a tolerar ningún relleno más en la ría. Su compañera de Gobierno, Elena Espinosa, fue responsable del puerto cuando se acometieron los rellenos de Bouzas que supusieron la exterminación del banco marisquero de esa zona de la ría. El relleno de Bouzas se inició en el año 1968 y terminó en el 1993. El relleno se hizo sin una escollera perimetral convenientemente sellada. «Lamentablemente, como es constatable, el vertido se hizo sin la construcción previa de un escollera de contención, lo cual propició que el mar, que sube y baja dos veces al día, arrastrase y dispersase a lo largo de la ría más de un tercio del material vertido: 2 millones de metros cúbicos de tierras que acabaron en el fondo marino, modificando su morfología, tapando muchas de las piedras fanequeras que tenían como referencia los marineros artesanales para su pesca habitual», recuerda Enrique Romasanta, del colectivo en defensa de la ría. El aterramiento en Bouzas es de 410.000 metros cuadrados, es decir 41 hectáreas. El anterior presidente previó un nuevo aterramiento para dar mayor calado a los buques ro-ro que transportan coches. Pero estos disponen de profundidad suficiente para realizar sus operaciones, según señalan fuentes de Boluda, una de las navieras que opera en la terminal.

Foto: Google Earth. Elaboración propia.

Ó. V.