
El proyecto Esturirafi de Rut y Nahir Abraín, comenzó como un blog sobre vida sostenible y saludable y ahora también es tienda «online» con base en Vigo y ventas internacionales
17 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Se llama Rut y Nahir Abraín Sánchez y se presentan como dos hermanas, gallegas y defensoras de una vida ecológica, sostenible y saludable. De familia viguesa, aunque nacidas ambas en Nigrán, la mayor, Rut, nacida en 1982, estudió Biología en la Universidad de Vigo y es máster en Gestión Ambiental y en Desarrollo Sostenible. La pequeña, del 86, estudió márketing y turismo y es también instructora de yoga. Hace siete años empezaron un blog que se ha convertido en una útil guía práctica para llevar una vida lo más ecológica posible en el día a día. Es como una guía Michelin verde y Made in Vigo. Su nombre es Esturirafi y aunque parece complicado y difícil de recordar, la historia de su origen es tan bonita que merece la pena hacer el esfuerzo, ya que vivimos rodeados de palabrejas más complicadas y no nos quejamos: «Viene de nuestra infancia. Es un personaje que creó nuestro padre. Esturirafi era el ayudante de los Reyes Magos. Nosotras lo rescatamos y le dimos una nueva misión, convertimos a Esturirafi en embajador de la vida ecológica, sostenible y saludable», cuenta Nahir.
El blog fue lo primero y cuatro años más tarde, cuando una estaba entre Madeira y Estados Unidos y la otra en Moaña, abrieron una tienda online en la localidad morracense con un almacén ubicado en su casa, «pero cuando ya ocupaba dos habitaciones nos mudamos a una nave con oficina en Vigo, en la carretera de Camposancos, 44, que no funciona como tienda de venta al público pero sí para recoger pedidos.
Rut trabajó como bióloga en el área de investigación pero mantener un empleo estable en el sector le resultaba cada vez más difícil, así que empezaron el blog como un hobby que conectaba temas que les gustaban, desde la fotografía al diseño, el interés por el medio ambiente, los conocimientos de ciencia y márketing, «y las ganas de crear algo juntas», afirman. «Al principio hablábamos de asuntos muy variados, desde qué es la huella de carbono a cómo hacerse un batido verde o claves de yoga y meditación. Era nuestra forma de poner en práctica lo que hemos aprendido en nuestra formación y crear un espacio en el que podíamos desarrollarlo y compartirlo».
Comenzó como una afición pero se lo tomaron muy en serio. Siguen publicando dos posts semanales y empezaron a colaborar con marcas del sector, de cosmética ecológica y moda sostenible. «El primer producto que sacamos -recuerda- fueron unas totebags de algodón natural que todavía seguimos haciendo», explica. Mientras ellas iban contando lo que hacían y probaban, los lectores que las seguían también se interesaban por saber más de sus recomendaciones y cómo acceder a productos de los que hablaban. «Nos dimos cuenta de que tenían problemas para encontrarlos y surgió la idea de crear la tienda sin abandonar la parte didáctica», recuerda.
Esturirafi es un proyecto consolidado que ya ocupa toda la vida laboral de estas hermanas que tienen clientes en toda España y Sudamérica y ayudan a los internautas a incorporar en sus costumbres cotidianas hábitos que contribuyan a preservar el medio ambiente aunque sea en pequeños detalles. «Lo fácil es no hacerlo, pero es una opción personal como la de quien decide no hacer deporte», justifican.
Nahir dice que la puesta en práctica de una vida sostenible tiene muchos vértices, pero empezaría por trabajar la reducción de residuos o sustituir los que generamos por opciones más ecológicas, desde evitar botellas de plástico que consumimos reemplazándolas por termos de acero inoxidable, a usar productos para la menstruación. «Con la copa menstrual y tres salvaslips de tela reutilizables reduces tu bolsa de basura seis kilos al año, que es lo que los estudios calculan que generamos».
Entre sus artículos más vendidos está un estropajo de luffa que se fabrica en Caldas de Reis, cepillos de dientes de bambú, compresas de tela, jabón de Marsella y desodorantes.
Las hermanas animan a los neófitos a lanzarse, porque aunque pueda parecer que lo que se consigue no sirve para nada, «todo pequeño cambio tiene su impacto», valoran. Nahir reconoce que ser más sostenible en la sociedad actual, «donde todo lo queremos sin complicarse y pronto, implica un pequeño esfuerzo porque tienes que renunciar a ciertos productos». Respeto a algunos, por ejemplo los de limpieza del hogar e higiene personal, señala que no necesitamos tanta variedad: «Seguramente en el baño o en la cocina tienes montón de botes para cosas muy específicas. Para el encrespamiento del pelo, para la nutrición de las puntas, para el suelo del baño, para la encimera y la baldosa de la cocina, para ventanas, para puertas, etc. Nos bombardean, pero se puede hacer más simple. Cuando se te acabe todo, piensa en productos que cumplan muchas funciones. Los hay. Una pastilla de jabón de Marsella; y vinagre, limón y bicarbonato, sustituyen a un montón. Ser ecológico y sostenible y trabajar el residuo cero no es más caro. Al contrario», afirma. Las Abraín también recuerdan que llevar los plásticos al contenedor no es suficiente porque solo el 20 % del total se recicla. «Es lo menos efectivo en la escala», lamentan.
Además
Envíos. Trabajan con Correos por su accesibilidad y política de sostenibilidad: «Hacen entregas a pie, usan vehículos eléctricos y tienen oficinas en toda España, hasta en pueblos pequeños».
Oficina. No funciona para venta al público pero sí para recoger pedidos sin necesidad de llegar al pedido mínimo y tener los gastos de envío gratis», aclaran.
Packaging. Por ecología, reducen al máximo el tamaño de los paquetes al máximo, al contrario que los gigantes de la venta online.