La venta de tabaco cae un 30 % en Vigo por el cierre de bares y la prohibición de fumar en la calle

María Jesús Fuente Decimavilla
maría j. fuente VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Oscar Vázquez

Los estancos que suministran para las máquinas son los más perjudicados

09 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Son muchos los sectores que se han venido abajo con la pandemia y reclaman ayudas para no cerrar. Si el de los estancos no ha salido a la calle, no es porque no sufra. Se va arreglando como puede a base de añadir más productos a la venta de tabaco. Esta circunstancia es la que ha hecho que a pesar del desplome de las ventas no se haya producido un cierre en cadena de negocios.

La media de la caída de ventas en Vigo es de un 30 %, según la Asociación Provincial de Estanqueros. Las pérdidas se elevan al 40 % en localidades más turísticas, como Cangas, Baiona y Sanxenxo. En un año normal se compran en el área de Vigo en torno a 2,5 millones de cajetillas al mes.

El cierre de la hostelería y, en menor medida, restricciones como la prohibición de no fumar en la calle han supuesto un varapalo. La incidencia es muy desigual, ya que unos establecimientos lo han sufrido más que otros en función de si abastecen o no a las máquinas de tabaco de los bares y en qué medida. Mientras que en algunos estancos las ventas han llegado a caer hasta un 50 % en otros logran mantener el tipo.

Los peores momentos coincidieron con el cierre total de los bares, aunque las restricciones horarias también han sido decisivas, teniendo en cuenta que una de las situaciones en las que más se fuma es de noche, cuando se sale de copas. A lo anterior se suma la prohibición de fumar en la calle.

La caída de las ventas de puros va ligada a las escasas ceremonias, como bodas y bautizos, y a fechas clave como las Navidades y otras fiestas. «Un bajón como este no se recuerda en toda la historia y más con estas medidas, es algo general. Se llegaron a decir cosas como que el bicho se cogía por el humo y eso crea mucha confusión», comenta el presidente de la asociación, Santiago Baleirón. Explica que las ventas de un tabaco u otro están muy relacionadas con el nivel económico de la zona y que hay barrios en los que solo se venden las dos o tres marcas más caras, mientras que en otros priman las más corrientes.

La temporada fuerte de este sector, que se suele producir en verano, se resintió de forma considerable y va camino de repetirse, según sospechan los estanqueros. Comentan que cuando ya estaban levantando cabeza de las restricciones impuestas en la hostelería por el consumo de tabaco en el interior de los locales les han pillado estas limitaciones con las que no contaban.

Santiago Baleirón: «El 90 % de la picadura que se vende a través de Internet es abono de conejo»

Al descenso en las ventas como consecuencia de la pandemia se unen otros problemas para los estanqueros como la venta de picadura por Internet. «No se sabe de donde viene, pero el 90 % de la picadura que se vende por Internet es abono de conejo, está confirmado», explica el presidente de la Asociación Provincial de Estanqueros, Santiago Baleirón. Advierte de que al margen del aspecto económico, es un problema de salud.

Las denuncias presentadas hasta el momento han ido dando sus frutos y ya se han detectado alijos en almacenes de España, según comenta, aunque, dice, aún queda por hacer. Uno de los problemas de comprar por Internet sin conocer la procedencia y el nombre de la empresa es la imposibilidad de llevar a cabo cualquier tipo de reclamación.

Las ventas de tabaco en el área de Vigo suponen en torno a un 70 % del total de la provincia, de ahí la importancia de su evolución.

En algunos estancos han decidido reinventarse y hacer frente a la situación. Es lo que ha hecho Israel Sánchez, de El Lebrijano, situado en Bouzas. «Decidimos abrir trece horas, de 8.00 a 21.00 ininterrumpidas, lo hicimos por la incertidumbre al no tener facturación de los bares; probamos porque no hay muchos estancos abiertos a mediodía y se nota. Empezamos con el estado de alarma y funcionó. Abrimos también domingos y festivos y metimos papelería», comenta este emprendedor.

 Eloísa, tiene el estanco en Navia y también ha notado el descenso. «Yo no sé si compran en Internet, pero esto es general; mi estanco es pequeñito y no tengo máquinas, pero aún así se nota no tener cafeterías, la que tenía al lado cerró», explica.

En la carretera de Valladares Carmen también advierte que la gente compra menos, sobre todo tabaco del caro, aunque la picadura, dice, subió un poco. Cree que el descenso es lógico en la situación actual.

En el estanco de la estrada do Vao, en Coruxo, echan mano de las cuentas y respiran al comparar unos años con otros: «la situación en el 2020 es un poco peor que la del año anterior», dicen.

La situación no varía de forma sustancial de las parroquias al centro de Vigo. «En venta directa no hemos notado que haya bajado, pero en máquinas se notó muchísimo», indican en el establecimiento de Areal, 90.

Todos coinciden en que las mayores pérdidas han recaído en los negocios que trabajan con muchas máquinas, ya que el cierre de los bares les afectó de lleno y lo han pasado mal.