Natural de Beariz, sigue comiendo bien y su debilidad son los dulces
23 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Amelia Gulías es de Beariz. Allí nació el 21 de marzo de 1916. Allí se dedicó a la agricultura, se casó con Eduardo Lamas, y juntos tuvieron a sus dos hijas, Julia y Maruja. Cuando Amelia enviudó, hace más de cincuenta años, Julia decidió llevársela a vivir con ella a Vigo. «Aunque no nos perdemos ningún verano en Beariz. Cada año pasamos esos meses en el pueblo junto a mi hermana Maruja que todavía vive allí, y la verdad es que nos encanta», admite Julia. Hoy la familia la completan cinco nietos y seis bisnietos. Ninguno se olvidó del 105 cumpleaños de Amelia. Algunos la acompañaron mientras soplaba las velas y otros la felicitaron por videollamada. «Decidimos hacerlo así por seguridad, aunque antes del covid lo normal era juntarnos todos para festejarlo. Su cumple es el que más se celebra en esta casa», apunta Julia.
Dice que el secreto de su madre para llegar a superar los cien años es que siempre fue una mujer muy activa. «Era muy trabajadora y una vez que se jubiló estuvo años sin parar quieta. Le gustaba mucho ganchillar y coser, iba todos los días a misa y a pasear, y de hecho llegaba hasta el Castro a diario», cuenta. De su carácter destaca la bondad y la disciplina: «Es muy buena persona, pero en casa era muy recta. Digamos que quien nos consentía era mi padre, que era muy jovial y bromista, así que ella se encargada de poner orden y vaya si lo ponía». No se olvida de la faceta culinaria de su madre. «Ahora ya no, pero antes cocinaba mejor que nadie. Siempre le gustó mucho. Y también comer. Preparaba un cocido increíble, solo con olerlo ya se nos hacía la boca agua», recuerda. A sus 105 años recién cumplidos, Amelia ya no cocina, pero sigue comiendo bien y su debilidad por los dulces no ha desaparecido. De hecho en su celebración de este fin de semana no faltó una gran tarta repleta de frutas y nata. ¡Muchas felicidades!