A partir de julio, cada semana, se trasladarán dos juzgados desde la calle Lalín. Las salas con más público ocuparán las plantas bajas
03 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.El vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, anunció ayer que la mudanza a la Cidade da Xustiza comenzará en julio. Previsiblemente, el traslado llevará seis meses y finalizará al acabar el año porque se hará de forma progresiva, incluso en obras. Según explicaron fuentes organizativas, cada semana se trasladarán dos órganos judiciales. A ese ritmo, dado que hay 38 salas en Vigo, la mudanza tardará cinco meses. A finales de año quedarían vaciados los juzgados de la calle Lalín.
Rueda inspeccionó ayer con el juez decano de Vigo, Germán Serrano, la sede del nuevo juzgado de lo Social número 7 de Vigo en la Gota de Leche. Esta sala entrará en funcionamiento el 31 de marzo como una de las medidas anticovid previstas en la Justicia. Les acompañaron la delegada de la Xunta en Vigo, Marta Fernández-Tapias y el coordinador de los letrados judiciales de Pontevedra, José Tronchoni. Serrano confirmó que la nueva ubicación provisional del juzgado laboral es «digna». Este será el último juzgado en trasladarse a la Cidade da Xustiza. En la Xunta ya tienen «moito traballo» con la planificación del traslado para que se efectúe sin suspender vistas. Ya se ha licitado el mobiliario y los equipos informáticos, pues todo el material será nuevo.
Los funcionarios que se trasladen desde la calle Lalín al antiguo hospital Xeral llegarán a sus nuevas oficinas con el mobiliario y ordenadores nuevos y listos para usar. Solo se conservarán los expedientes vivos. Los letrados judiciales tienen órdenes de expurgar los pleitos antiguos.
La Xunta hará por turnos la mudanza a la torre del Xeral rehabilitada para que no se altere la agenda de juicios, una logística «complicada» que debe evitar que caduquen los plazos legales. La mudanza seguirá el modelo de traslado por distintas jurisdicciones que se hizo en Pontevedra. Según Tronchoni, la ubicación está sin adjudicar pero los juzgados con más visitantes (como las salas de lo penal) ocuparán progresivamente las plantas bajas y los de poco tránsito, como los de lo contencioso-administrativos, irán a pisos altos.
«Habrá un poco de caos y desorden, con salas celebrando en la calle Lalín y otras en la Cidade da Xustiza», admite Tronchoni.