Una niña de once años borra sus fotos desnuda en WhatsApp y se queda sin pruebas contra su abusador

E.V.Pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

IAN LANGSDON

El juicio contra un vidente, absuelto ya una vez, se ha repetido hoy y se celebra en la Audiencia en Vigo. Dos niñas le acusan de engatusarlas con ser modelos para conseguir fotos eróticas de ellas.

08 feb 2021 . Actualizado a las 23:30 h.

 Una niña viguesa de once años borró las fotos comprometedoras en el WhatsApp de su teléfono por vergüenza y ahora ya no tiene pruebas contra su presunto abusador infantil. Este era un empresario y vidente, de unos 70 años, que le prometía ser modelo y le pagaba por las fotos. Un día, la madre descubrió fotos de ella desnuda en el móvil pero, aprovechando un descuido, la niña eliminó todas las pruebas «por vergüenza». Así lo declaró la madre de la víctima en el juicio, una repetición de otro anterior, que se ha celebrado esta mañana en la quinta sección de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo. En el estrado hay un nuevo tribunal para no estar contaminado del anterior juicio, en el que el acusado fue absuelto por falta de pruebas. La sentencia absolutoria se anuló por defectos formales en la composición del tribunal y hoy se ha repetido el juicio.

Los presuntos abusos fueron descubiertos por dos madres que quedaron para tomar un café en Vigo e indagar sobre un señor mayor, empresario aficionado a la videncia, que recogía en coche a las niñas y las llevaba a pasear. A una de las progenitoras le daba mala espina ese hombre mayor y estaba «mosqueada». La otra, al llegar al coche, indagó y descubrió las fotos comprometedoras que su hija le mandaba al señor mayor y que consideraba uno de sus mejores amigos, de total confianza.

La niña logró borrar las pruebas pero luego confesó los abusos en comisaría y avisaron a la otra familia, pues la segunda menor, de 14, también sufrió, supuestamente, tocamientos. El acusado también les hacía comentarios inadecuados de contenido sexual a ambas menores.

El implicado afronta 14 años de cárcel por abusos sexuales a dos niñas. Era un vidente y empresario amigo de una de las madres, a la que hacía muchos regalos por amistad. El implicado lo negó todo y sospecha que se trata de un montaje de madre (una antigua querida suya) y la hija para sacarle dinero.

Las menores declararon a puerta cerrada.